Seguro que si piensas en tu grupo de amigas eres capaz de diferenciar de forma clara a tus amigas por su personalidad y por la forma en la que tratan a los demás. Está la amiga en la que siempre puedes confiar, a la que corres cuando te pasa algo ya sea bueno o malo para desahogarte, que te dé su punto de vista sobre la situación o te ayude a tomar una decisión si es necesario. También está la divertida con la que es imposible pensar en problemas porque siempre tiene una broma en la boca o un estupendísimo plan que logrará que olvides cualquier percance. Por no olvidarnos de la drama queen que no para de quejarse y te pone la cabeza como un bombo (aunque la quieres de todas formas, por supuesto).
¿Pero alguna vez te has preguntado qué tipo de amiga eres tú? Si quieres descubrirlo, te invitamos a que hagas nuestro test. Pero antes de empezar, te dejamos un vídeo con las mejores frases sobre la amistad para que no nos olvidemos de valorarla.
Como decíamos, es importante valorar la amistad: contar con buenas amigas es uno de los grandes regalos de la vida. Ellas son esas personas con las que podemos ser nosotras mismas, en las que confiamos y con las que nos divertimos al máximo. Si tienes una o varias personas a las que puedes llamar amigas, ¡eres afortunada!
Y ahora sí que sí, tras esta pequeña reflexión, ha llegado el momento de descubrir qué tipo de amiga eres tú.
¿Cuál ha sido el resultado? ¿Estás de acuerdo? Sea como sea, compártelo con tus amigas y comentad los resultados. Entre vosotras podréis dar una visión externa de las demás y llegar a conoceros todavía mejor. Por último y como queremos dejar constancia de lo importante que es la amistad, te dejamos algunos consejos para cuidarla y que sea para siempre. ¡Apunta!
Consejos para cuidar tus relaciones de amistad
Dedica tiempo a tus amigos: pasar tiempo con ellos y compartir diferentes experiencias es fundamental para que la amistad crezca y se mantenga en el tiempo. Cuando somos pequeños esto es muy sencillo, ya que tenemos menos responsabilidades, disponemos de mucho tiempo libre y coincidimos en lugares como el colegio. Pero esto cambia a medida que pasan los años, por lo que requiere de un pequeño esfuerzo por ambas partes para cuadrar horarios y mantener el contacto. Incluso cuando se vive lejos se puede encontrar la forma. De no ser así, aunque el recuerdo sea bonito, es probable que la amistad se enfríe.
Sé honesto con ellos: como en todas las relaciones, la sinceridad es clave para que una amistad se mantenga a lo largo del tiempo. Mentira u ocultar para, por ejemplo, hacer otros planes no tiene sentido. Es necesario tener la confianza suficiente como para decir la verdad en cualquier ocasión que se produzca.
Aprende a superar las discusiones y a perdonar: todos los amigos tienen alguna que otra discusión, eso es así. La mayoría de ellas son cosas sin importancia, por lo que conviene relativizar y perdonar cuando sea necesario, pues todos nos equivocamos. Por supuesto, esto no quiere decir que aguantemos todo, no. Hay que identificar la importancia del problema y si compensa o no mantener la amistad, si es así lo mejor es hablarlo y llegar a una solución y si no, dejar la relación con esta persona.
Ofrece tu apoyo cuando sea necesario: para que la amistad crezca es necesario que estés ahí tanto en lo bueno como en lo malo. A todos nos encanta quedar para tomar algo y pasarlo bien, pero cuando realmente se demuestra la amistad y lo que apreciamos a la otra persona es estando ahí para ofrecer nuestro apoyo, sea de la manera que sea, desde tener una charla hasta hacer algo específico por esa persona.
Y déjate ayudar cuando lo necesites tú: la amistad tiene que ser mutua y tan importante es dar como saber recibir. De esta forma identificarás si la amistad es realmente correspondida. Para ello es importante que te abras y te olvides de hacerte la dura, ¡todos tenemos bajones! Cuando lo necesites, acude a tus amigas y ya verás como los problemas parecen menos graves.
No te olvides de los detalles: gestos sencillos como recordar la fecha de su cumpleaños, preguntarle qué tal todo si lleváis algunos días sin veros o decirle de vez en cuando lo mucho que la aprecias marcan la diferencia. A todos nos gusta que nos demuestren que somos importantes para ellos, así que en vez de esperar a que lo hagan, ¡hazlo tú!
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