Seguro que en más de una ocasión te has despertado con un sueño nítido en mente, pero has sido incapaz de encontrarle sentido alguno. Esa experiencia, por lo general, genera cierta confusión, ya que tenemos la intuición de que los sueños son mensajes, pero nuestro cerebro no termina de encontrar el modo de decodificarlos.
Sin embargo los investigadores que estudian los sueños están muy lejos de ponerse de acuerdo en esto. Mientras algunos no ven que éstos tengan una razón de ser concreta, otros están convencidos de que sí tienen un propósito, que no es otro que darnos información sobre como nuestro subconsciente procesa lo que nos ocurre en la vida real.
Por eso, aprender a entender este lenguaje tan confuso y críptico puede ser una herramienta para conocerte mejor.
¿Se pueden controlar los sueños?
Es bastante lógico asumir que lo que aparece en los sueños es información que tiene algún tipo de sentido, lo que ya no es tan sencillo es encontrarlo. Para lograrlo, los especialistas sugieren tratar de estar más conscientes de que lo que experimentas no es real.
Es lo que llaman, sueños lucidos, es decir, sueños en los que sabes que estás soñando. Esto es importante porque al tener esta certeza, es más fácil fijarse en cada detalle de lo que ocurre en ellos, y por tanto, se puede recordar más información.
Al soñar sentimos que los acontecimientos se nos presentan sin que tengamos ningún tipo de control sobre ellos, pero cuando eres consciente de que estás en un sueño, tu capacidad de influir sobre él es mayor. ¿El motivo? Que todos tenemos unas creencias y valores, y por lo tanto podemos decidir en base a estos según los hechos se nos representan en el sueño.
No podremos tener un control absoluto de lo que sucede, pero de alguna manera, sí que podemos reaccionar de una forma que esté más alineada con nuestras opiniones conscientes.
LETTER
Estudia tus sueños para entenderte mejor
Ahora bien, ¿Podemos utilizar los sueños como fuente de autoconocimiento? La respuesta es sí. La clave está en recoger y analizar tanta información como puedas recordar.
Para hacerlo, se recomienda tener una libreta en la mesilla de noche y escribir lo que recuerdes del sueño en el momento inmediato después de despertarte. En ese “diario de sueños” es conveniente registrar no solo lo que sucede en ellos, sino también las sensaciones que experimentes.
Con esa información, lo que toca es buscar temas y emociones recurrentes. Los diccionarios de sueños pueden ser de cierta ayuda a nivel general pero no los tomes como una guía exacta, ya que cada persona percibe su realidad de manera única.
Los sueños, aunque no tengan una estructura lógica, revelan detalles de tu forma de pensar y asimilar la realidad. Lo que te toca ahora es juntar las piezas de ese puzzle hasta que encajen, y de ese modo, podrás entenderte mucho mejor.