La definición de felicidad es esquiva. Para algunas personas se asocia a vivir una vida apasionante, mientras que otras la entienden como un estado de plenitud asociado a la paz. Pero aunque no sea sencillo describir lo que es la felicidad, la realidad es que nadie escapa a su búsqueda.
Por el contrario, resulta mucho más fácil detectar cuando no eres feliz. Quizás no seas consciente, o tal vez no quieres pararte a asumir esa realidad, pero hay señales que hablan a las claras de que no estás en el camino correcto. Hoy te mostramos cuatro de ellas.
Tu cuerpo te avisa
¿Has oído hablar de las enfermedades psicosomáticas? Todo lo que ocurre en tu mente tiene reflejo en tu cuerpo. Y si no eres feliz, poco importa que te niegues a reconocerlo. Tu cuerpo comenzará a manifestarlo de un modo u otro. Dolor, tensión, problemas estomacales...presta atención a las señales físicas de que algo no va bien porque son un reflejo de lo que experimenta tu subconsciente.
Dejas de disfrutar lo que antes te gustaba
Una de las señales de que no eres feliz que resultan más evidentes es cuando dejas de hacer cosas con las que antes disfrutabas muchísimo. Esto te causa un estado de frustración y confusión importante, porque tus referencias anteriores de felicidad se han perdido. Puede ser desde salir de fiesta con las amigas hasta hacer deporte. No se trata de si es positivo o no para tu vida, sino de que por alguna razón ha dejado de proporcionarte esa excitación que antes experimentabas. Si te encuentras en esta situación, es momento de reflexionar.
No encuentras un propósito
Otra señal significativa de que no eres feliz es cuando te preguntas con frecuencia acerca del sentido de lo que haces. La felicidad está muy relacionada con encontrar un propósito. Eso es lo que te anima a levantarte cada día y lidiar con los problemas y dificultades. Pero debes encontrar el tuyo propio, porque no para todo el mundo es el mismo. Quizás tu carrera profesional ha sido lo que te ha impulsado hasta ahora, pero si ya no lo hace, necesitas revisar tus prioridades. Piensa en aquello que te hace feliz e imagina el futuro que te gustaría vivir. Si te dibuja una sonrisa, estás en el buen camino.
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Te sientes cansada con frecuencia
Probablemente esta sea una de las señales más fáciles de reconocer. Cuando eres feliz, te sientes llena de energía, imparable, y con una extraordinaria vitalidad que se deriva de tu entusiasmo por lo que haces. Cuando no lo eres, ocurre justamente lo opuesto. Puede que tu mente se niegue a verlo, pero tu cuerpo se sentirá siempre fatigado, porque estás dedicando tu valiosa energía a algo que no te satisface.