Parece que ser una celebrity no te garantiza reconocimiento como icono fashion y que como todas, ellas también se equivocan. Lucir un vestido de pasarela no es siempre la mejor opción, algunos son de uso exclusivo para modelos o, siendo sinceros, son una auténtica ida de olla del diseñador para demostrar su creatividad.
Combinaciones imposibles con las que las famosas se encaprichan, pensando muchas veces que serán noticia y por lo tanto aumentarás su popularidad. Tomarse al pie de la letra “que hablen de mí aunque sea mal” no es precisamente una buena actitud cuando se trata de conseguir reconocimiento en el planeta fashion. Echa un vistazo a la selección de las peor vestidas del 2014, es un auténtico armario de los horrores.
Entre los looks más comentados del 2014 encontramos a la presentadora Sandra Lee y el vestido tipo tarta que lució durante la gala MET, la modelo Amber Rose con su “revolucinario” vestido de cuentas durante los MTV Video Music Awards y Rihanna con el diseño de cristales de Swarovski de Adam Selman. ¿Se puede recoger el premio al icono de moda del año y aparecer de esta guisa?
Las faldas descomunales como la que seleccionó Lena Dunham de Giambattista Valli en los Emmy o los pantalones tipo Aladdin con los que posó Kristen Stewart durante el desfile de Alta Costura de Chanel también te pueden catapultar a lo más alto de la lista.
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Los errores más comunes
-Les gusta demasiado presumir de curvas: las celebrities se trabajan sus siluetas haciendo mucho deporte y siguiendo una alimentación sana, esfuerzo que tienden a ver recompensado con cuerpos 10. Orgullosas de sus tipazos deciden enfundarse en los vestidos más ajustados del mercado olvidando, en muchas ocasiones, el buen gusto. El caso más destacado es el de Lady Gaga durante la ceremonia de los Oscar 2014.
-Suelen guiarse por las tendencias: las famosas intentan lucir diseños de la última temporada sin pensar en si realmente les gustan, encajan con su personalidad o les favorecen. Ya habeís visto a Paris Hilton con su total look Barbie de la colección de Moschino.
-El poder de las marcas: en ocasiones es todo una cuestión de negocios. Las celebrities firman acuerdos de imagen con firmas de lujo por lo que son las marcas las que muchas veces eligen el look de la famosa. Cuando hay muchos ceros en el cheque las tornas cambian. Nos gustan las celebs que son fieles a su estilo y que saben decir no a acuerdos millonarios con tal de no vender una imagen equivocada.
-No llevar ropa interior: una tendencia que se ha adueñado de la alfombra roja este año. Ahorrar en lencería e ir en plan comando ha sido un auténtico boom. ¿Razones? Evitar marcas, presumir de sexy, moderna u atrevida... parece que no hay muchos fundamentos que defiendan esta teoría. Los ejemplos más sonados fueron el caso de la modelo Kendall Jenner durante los MuchMusic Video Awards o Rihanna durante los CFDA.
-Cansadas de lucir siempre perfectas, las estrellas tienen la necesidad de ir echas un desastre de vez en cuando. ¿Quién no ha salido a la calle a hacer un recado después de un día de resaca? A nadie le apetece arreglarse o maquillarse esos días, el look estrella es un pantalón y calzado cómodo, cara lavada y un moñete. Pero todo tiene límites, una cosa es apostar por la comodidad y otra muy distinta ir hecho un auténtico desastre como Elle Fanning, en el aeropuerto, con ropa deportiva oversize y chanclas de piscina con calcetines. ¡Too much!
-Pensar en el evento: antes de elegir el look debes tener claro las exigencias, revisa el protocolo y céntrate, no es lo mismo un evento de alfombra roja que una boda.
En la vida cotidiana no nos enfrentamos a todos estos errores. Huye de los convencionalismos, conoce tu cuerpo y viste acorde con tu personalidad, tendrás el éxito asegurado.
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