El torbellino de emociones es inmenso, cambiante y muy intenso. Sin embargo, sí somos capaces de afrontar un cáncer porque no estamos solos y contamos con mucho apoyo. Y es que, tanto los familiares y amigos, como todo el equipo sanitario y las asociaciones de pacientes, siempre se vuelcan para intentar estar en todo momento a nuestro lado. En estos duros momentos, es muy importante tu forma de afrontar la enfermedad. Es vital mantenerte positiva. El cáncer (o su tratamiento) puede que te haga sentir agotada, quitarte el apetito o provocarte mal cuerpo, pero en la medida de lo posible, y aunque sabemos lo duro que es, es importante mantenerse activa y llevar una vida lo más saludable posible...
Una enfermedad como el cáncer genera mucho miedo a pesar de que hoy en día muchos pacientes se recuperan, los avances en los tratamientos son constantes y se trabaja para crear terapias cada vez más personalizadas y efectivas. Sin embargo, sí que es cierto que el tratamiento del cáncer es un proceso largo y agotador y uno puede atravesar varias fases anímicas. Esto es totalmente normal y no es de esperar que una siempre esté alegre y con actitud positiva. Dejar que fluyan las emociones y no intentar reprimirlas es fundamental para poder vivir un proceso de evolución y recuperación de la enfermedad totalmente normal.
Consejos para vivir con un cáncer
Cada año se diagnostican en España un número muy alto de nuevos casos de cáncer. En el caso de la mujer el cáncer de mama es el segundo más frecuente. Alrededor de 25.000 nuevos casos son diagnosticados en España cada año, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). ¿Cómo puedes enfrentarte a un cáncer?
- Acepta lo que sientes y expresa todos tus sentimientos. Cada una tenemos nuestro ritmo para asimilar y aceptar las noticias duras como es el diagnóstico de un cáncer. Elige la forma en la que más fácil te resulte expresar todo lo que sientes y lo que el diagnóstico te haga sentir. La ira, el temor o la tristeza son sentimientos totalmente normales.
- No estás sola. Comparte los sentimientos con una persona especial. Toda tu familia y amigos están a tu lado para apoyarte en todo momento. Son los que mejor te conocen y podrán darte lo que necesitas. Pero tú decides a quién se lo quieres contar. No hace falta que todo el mundo lo sepa ni tampoco que finjas estar bien cuando no lo estás. Elige a una persona de confianza con la que te sientas libre para expresar tus alegrías, miedos y temores.
- Controla tus pensamientos y mantén tu mente ocupada en actividades agradables. Ante un diagnóstico de cáncer es normal que todo gire en torno a la enfermedad pero mantenerse ocupado con actividades bonitas ayuda a despejar la mente, relajarse y descansar de la rutina de la patología. A veces no es fácil desconectar de la enfermedad. En estos casos la ayuda de un especialista es muy positiva. Los psicooncólogos conocen las claves y pautas adecuadas para guiarnos y ayudarnos a afrontar la enfermedad.
¡Cuídate!
Durante el transcurso de un cáncer la vida de una persona suele sufrir muchos cambios. Lo normal es que el día a día gire en torno a las visitas al médico, las sesiones de tratamiento y los posibles ingresos en el hospital. Pero el día tiene muchas horas en las que es importante cuidarse por dentro y por fuera para mejorar la calidad de vida y favorecer la recuperación.
- Hacer ejercicio. Mantenerse activo y practicar alguna actividad deportiva es muy positivo y, sobre todo, en un proceso como el de esta enfermedad. El ejercicio es una de las formas más sencillas y efectivas de reducir el estrés, constituyendo una descarga natural para el organismo cuando éste se encuentra en el estado de excitación que representa la respuesta de lucha. Es cierto que no todos los deportes están indicados pero, lo importante es buscar uno que nos motive, que nos guste, para que el coste sea menor y así conseguir un entrenamiento continuo y resultados beneficiosos para nuestra salud.
- Alimentación. Muchos de los tratamientos oncológicos pueden alterar el apetito, la percepción del sabor de los alimentos o, directamente, quitar las ganas de comer. Es importante no presionarse y elegir alimentos que nos gusten para alimentarnos de forma correcta durante la enfermedad.
- Dormir lo suficiente. Durante el sueño el organismo se regenera y recupera la energía necesarias para luchar contra la enfermedad. Es recomendable establecer rutinas de sueño y dormir las horas suficientes.
- Tiempo libre. Procura aumentar las actividades de ocio y tiempo libre en la medida de lo posible. Tener cáncer no significa que no se pueda disfrutar de las cosas que nos gustan. Realizar cosas nuevas, buscar pasatiempos y hobbies es muy positivo. Además, mientras se practican estas actividades, el cuerpo se relaja y se desconecta. Es importante no aislarse y tener cerca a las personas queridas.
¿Cuándo pedir ayuda?
- Busca apoyo en las personas cercanas y confía en el equipo sanitario. Pregunta todas las dudas y participa de forma activa en la toma de decisiones de los tratamientos.
- Estar bien informada reduce la carga de estrés. No te quedes con la duda y pregunta todo lo que te preocupe.
- Existen muchas personas que han pasado por la misma situación. Conocer su historia puede ser muy positivo para indagar en otra realidad parecida a la tuya. Lo mejor es que te pongas en contacto con asociaciones de pacientes.
Si aún así crees que necesitas más apoyo y ayuda, no dudes en acudir a un psicooncólogo. Estos profesionales son psicólogos especialistas en oncología que te pueden guiar por el proceso de tu enfermedad mejorando tu calidad de vida y ayudándote a desarrollar habilidades y conductas para manejar las emociones desconocidas.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), por ejemplo, cuenta con un equipo de psicooncólogos que, de forma completamente gratuita, se ponen a la disposición de los pacientes de cáncer y sus familiares para ayudaros en todo lo que necesitéis. El teléfono para contactar con ellos es el 900 100 036.
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