De hecho, según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) un tercio de los fallecimientos por cáncer en España se deben a factores relacionados con la alimentación. ¿Entonces? ¿Cuál es la dieta más adecuada para pacientes con cáncer? No existe una dieta general indicada para todos los pacientes porque cada persona es diferente y su situación patológica también. Lo que si que se puede proponer como norma general es llevar un estilo de vida saludable adaptado a la situación vital que está viviendo cada persona.
Lo ideal es seguir una dieta sana, variada y equilibrada en la que abunden las frutas y las verduras frescas, las legumbres, el pescado, el aceite de oliva y en el que no haya un consumo alto de carnes rojas y procesadas. Es decir, seguir las bases de la dieta mediterránea. Y es que, según un estudio de Predimed, esta dieta está asociada con una reducción del 30% del riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer, en especial el de mama.
Alimentación y cáncer: ¿Cuáles son las recomendaciones dietéticas en caso de cáncer?
Estas son las claves dietéticas en caso de cáncer:
- Frutas y verduras: aportan fibra y ciertas vitaminas y minerales imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo.
- Proteínas: fundamentales durante el tratamiento oncológico, ya que permiten al organismo recuperarse más fácilmente y luchar contra las infecciones.
- Leche y derivados lácteos: aportan vitaminas, minerales y son la mejor fuente de calcio.
- Grasas: proporcionan energía, pero no deben suponer más del 20-30% de las calorías diarias. Se deben evitar las carnes rojas y los productos procesados e incluir el aceite de oliva.
- Cereales: aportan una gran cantidad de carbohidratos, que son una magnífica fuente de energía para el organismo. Elígelos ricos en fibra.
Hay que tener en cuenta que la dieta durante el tratamiento o en la fase de recuperación puede variar, ya que los requerimientos nutricionales en cada etapa son especiales y dependen del tipo de tratamiento y de los efectos secundarios que aparezcan. Pero las recomendaciones dietéticas son las siguientes:
- Dividir las comidas en 6-8 pequeñas tomas diarias aportando los alimentos más completos en las horas de mayor apetito.
- Evitar alimentos flatulentos, fritos, grasas y olores intensos.
- Beber agua en pequeñas tomas (2-3 litros diarios).
- Servir los alimentos templados, en ambiente tranquilo y comer acompañados para crear un ambiente agradable.
- Controlar el peso y realizar algún ejercicio físico adaptado a la situación del paciente y sus gustos. No hay que forzar.
Ante cualquier duda lo mejor es consultar con el médico para recibir los mejores consejos y recomendaciones.
¿Y para casos más complicados?
Convivir con un cáncer no siempre es sencillo. Al diagnóstico de cáncer le siguen los tratamientos y el tiempo de recuperación. Es una etapa que cada paciente vive de una manera diferente y en la que se pueden presentar molestias y síntomas que afectan a la correcta nutrición, a la deglución, se pierde apetito... Así, muchos pacientes sufren vómitos, diarreas, estreñimientos y en estas situaciones específicas hay que actuar de manera particular.
- Náuseas y vómitos: para acabar con ellos debe reducirse la ingesta de grasas y fritos con olor intenso. También es importante disminuir la ansiedad, porque no contribuye a una digestión adecuada, así que es recomendable realizar algo de ejercicio que permita liberar tensión.
- Estreñimiento: el ejercicio y un adecuada ingesta de fibra ayuda a manejar el estreñimiento. Se recomienda consumir frutas (ciruelas, pasas, kiwis, zumos de naranja), cereales integrales, verduras y legumbres, y evitar, de nuevo, las grasas.
- Diarrea: lo más importante para tratar la diarrea es mantener la hidratación, a base de limonada alcalina y bebidas no gaseosas. Una dieta blanda astringente que ayude a restaurar el organismo también será fundamental.
- Irritación de la boca: es fundamental una adecuada higiene bucal recomendándose una revisión odontológica antes del tratamiento. De forma general, una dieta líquida o semilíquida con purés fríos evitando alimentos irritantes puede ser de gran ayuda.
- Sequedad de boca: es un efecto adverso frecuente en pacientes que reciben radioterapia sobre mucosas por atrofia de las glándulas salivares. Se aconseja tomar alimentos blandos y jugosos y bebidas poco ácidas (al menos 2 ó 3 litros de agua al día). También es recomendable enjuagarse la boca con frecuencia y tomar helados.
- Dolor: lo mejor para aliviar el dolor general es tomar analgésicos antes de comer, si es preciso.
- Saciedad precoz: para acabar con ella, se recomiendan pequeñas tomas varias veces al día.
La alimentación es algo fundamental para plantar cara al cáncer y otras enfermedades y es la vía más rápida y eficaz para llevar una vida sana, así que toma nota de estos alimentos que te ayudarán a vivir más y mejor. ¡Que no falten nunca en tu cocina!
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