La maloclusión, entendida como el mal alineamiento de los dientes o el inadecuado encaje entre el maxilar superior y la mandíbula, incide directamente en tu salud con efectos adversos muy por encima de la belleza de tu boca. Así que, si no quieres perder tu sonrisa, vigila tu mordida. Y es que por mucho que cuidemos nuestra sonrisa en el día a día cepillándonos, con revisiones o con alimentos buenos para los dientes como estos que te mostramos, el bruxismo es un problema a tener muy en cuenta y que poco tiene que ver con todo ello.
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La doctora Patricia Bratos de la Clínica Dental Ferrus & Bratos señala que las consecuencias de esta patología van desde el desgaste de tus dientes a problemas digestivos y respiratorios. “El bruxismo es uno de los principales efectos de una maloclusión. Se da cuando, de forma inconsciente, apretamos los dientes, lo que provoca un desgaste severo y que vayan empequeñeciéndose poco a poco”, aclara Bratos. Asimismo, el estrés es un factor que aumenta esta dolencia, ya que incita a una oclusión alterada con secuelas que llegan al nivel muscular y que, incluso, pueden provocar dolores faciales, de cuello u oídos.
5 claves para identificar el bruxismo
¿Aprietas los dientes mientras duermes sin querer? ¿Te levantas con dolor de cabeza y no sabes por qué? Aquí tienes cinco claves para identificar el bruxismo:
- A veces, te descubres apretando los dientes mientras conduces o realizas cualquier actividad cotidiana
- Te miras al espejo y observas el desgaste progresivo de tu sonrisa. Es especialmente patente en los dientes incisivos y caninos, que son los que menos se utilizan para comer
- Te levantas con la mandíbula atascada y cansado
- Notas como rechinan tus dientes
- Cada vez es más evidente la pérdida de esmalte de tu dentadura y más notable tu hipersensibilidad dental
Si este es tu caso, ¡no hay que alarmarse! Afortunadamente tiene solución o, más bien, hay muchas soluciones adaptadas a cualquier persona y necesidad. Hay clínicas que cuentan con tratamientos de ortodoncia de última tecnología tanto para niños como para adultos especialmente indicados para combatir esta dolencia. “Generalmente, en los más pequeños colocamos los brackets metálicos más tradicionales, mientras que la gran mayoría de los adultos, mucho más exigentes con la estética, demanda métodos de ortodoncia invisibles como los brackets linguales Incognito, los de zafiro o los alineadores Invisalign”, aclara la doctora Bratos.
Así que ya sabes, si sospechas que puedes tener bruxismo, lo primero es averiguarlo en alguna clínica de confianza y después pensar en la forma más adecuada de remediarlo. ¡Tú puedes!
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