Puede que hayas oído hablar de ella o todavía no, pero lo cierto es que la blancorexia u obsesión por los dientes blancos es una de las patologías que cada vez sufren más personas en nuestro país. De hecho, el especialista en estética dental Jesús Peláez, de la clínica Ferrus & Bratos, así lo confirma: “cada vez más, los pacientes que acuden a consultas dentales demandan tratamientos con fines estéticos y no para conservar o recuperar la salud”, afirma.
Según el experto de Ferrus & Bratos, el color de los dientes no solo depende del cuidado de los mismos que, por supuesto, es muy importante. La genética, la edad o los propios hábitos de vida (como comer ciertos alimentos, beber café o tomar alcohol) también inciden directamente en el blancor de estos. “La mayoría de los pacientes que acuden a nuestra clínica y se someten a un blanqueamiento dental queda satisfecho, sin embargo, existe una minoría que nunca está totalmente de acuerdo con el tono que alcanza sus dientes. Cuando el descontento se convierte en obsesión empieza el problema y entran en juego los métodos ajenos al control profesional”, explica.
¿Qué problemas puede acarrear la blancorexia?
La preocupación por el color de los dientes es una afección con consecuencias que van más allá del plano psicológico y que afectan de forma directa a la salud. Y es que el uso de productos blanqueadores sin supervisión profesional puede causar irritación de encías, sensibilidad extrema y daños en el esmalte de los dientes. Si tú también eres adicta a estos métodos que escapan del control de los especialistas, ten mucho cuidado, porque quizás sufras blancorexia. Aquí tienes algunas claves para identificarla:
- No aceptas las recomendaciones de tu especialista y siempre tienes la sensación de que tus dientes son oscuros.
- Alargas los tratamientos y te saltas los tiempos aconsejados.
- Recurres a técnicas más agresivas sin supervisión.
- Confías en remedios magistrales que descubres por Internet.
- No admites el color de tus dientes, ni que estos se oscurecen con el paso del tiempo.
Si te identificas con alguno de los puntos anteriores no te preocupes, ya que todavía estás a tiempo de buscar una solución. Acude a un profesional y cuéntale tus preocupaciones. Él, en primer lugar, revisará el estado de tu salud bucodental para poder llevar a cabo un blanqueamiento a medida y con un seguimiento personalizado. Lo más importante es asumir que no todos los dientes responden igual. Cada sonrisa es única, así que no hagas desaparecer la tuya con obsesiones que lejos de mejorarla, te conducirán a serios problemas de estética y salud. Al contrario, ¡disfruta y no tengas miedo de lucirla! Quizás alguna de estas películas te ayude a conseguirlo.
Artículo elaborado en colaboración con Jesús Peláez, especialista en estética dental en la clínica Ferrus & Bratos
LETTER
Y además:
¡A comer! 18 alimentos buenos para tus dientes y tu boca
14 alimentos que debes comer con moderación si quieres tener una sonrisa perfecta