El kéfir es una bebida fermentada del Cáucaso, que se ha extendido recientemente a Occidente como un alimento milagroso. La razón de esto es su alto contenido de nutrientes, incluyendo calcio, fósforo, magnesio, zinc, vitamina B, vitamina K y un número considerable de fermentos lácticos, lo que lo convierte en el perfecto sustituto del yogur. ¡Después de descubrir todos los beneficios del kéfir, estamos seguras de que querrás prepararlo en casa!
1. Estimula el sistema inmunitario
El kéfir contiene varios nutrientes, como la biotina y el ácido fólico, que ayudan al sistema inmunitario y protegen las células. El alto contenido de probióticos, incluido el Lactobacillus kefiri que está presente solo en este alimento, protege al organismo de la proliferación de bacterias dañinas como el E coli. Además, la presencia de un polisacárido llamado kéfiran ayuda a combatir las infecciones por hongos como la cándida.
2. Contrarresta la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que hace que los huesos se vayan deteriorando poco a poco debido a una deficiencia de calcio o a una mala absorción de calcio en el cuerpo. Por desgracia, las mujeres somos las más propensas a sufrir esta enfermedad, especialmente después de la menopausia. El kéfir ayuda a contrarrestar esta dolencia no solo gracias a su aporte de calcio, sino también a la presencia de vitamina K2, que es esencial para aumentar la absorción de este mineral. Además, el fósforo y el magnesio que proporciona contribuyen a mejorar la salud general de los huesos.
3. Mejora la digestión
Las bacterias buenas presentes en el intestino son esenciales para la salud de todo el organismo. El kéfir ayuda a restablecer el equilibrio de la flora bacteriana, mejorando la digestión y haciendo que la asimilación de los alimentos y nutrientes sea más rápida. De hecho es un producto ideal para recuperar la flora después de un ciclo de antibióticos.
4. Ayuda a evitar la obesidad
La flora bacteriana no solo ayuda a digerir los alimentos, sino que también sintetiza vitaminas importantes como la vitamina K y las vitaminas del grupo B. La absorción inadecuada de nutrientes y el estado inflamatorio crónico del intestino aumenta el riesgo de obesidad. Por ello, el kéfir es un potente aliado para ayudarnos en el control de peso. Además, reduce la presión arterial y ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre.
5. Mejora el aspecto de la piel
El acné, la psoriasis y el eccema pueden ser causados por la inestabilidad de la flora intestinal. El kéfir, con su abundancia de probióticos, ayuda a la piel a restablecer el equilibrio y acelera el proceso de curación en caso de quemaduras y erupciones cutáneas. En resumen, además de ser un aliado de bienestar, el kéfir es un elixir de belleza.
6. Reduce la intolerancia a la lactosa
Algunos estudios han demostrado que el kéfir puede reducir la inflamación que causa las reacciones alérgicas. De hecho, se cree que muchas alergias son causadas por la falta de bacterias benignas en el intestino, un problema que se puede resolver al consumir habitualmente este alimento. Buenas noticias también para los intolerantes a la lactosa: parece que el kéfir es capaz de romper este azúcar en ácido láctico, aumentando así la digestibilidad de los productos lácteos.
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