Los edulcorantes nos ofrecen todo un mundo de posibilidades en función de su origen, su finalidad y la forma en la que afectan a nuestra dieta. Para saber un poco más sobre ellos, hemos querido preguntarle a nuestra nutricionista Marian Morazo, para que nos de algunas claves básicas.
Los edulcorantes más conocidos, ¿qué sabes de ellos?
Los edulcorantes se clasifican en energéticos o nutritivos, es decir, los que aportan calorías y, por otro lado, los no energéticos o no nutritivos que no aportan calorías. Empezaremos nuestro repaso por los energéticos que, por aportarnos más calorías, no serían aptos si estás comenzando una dieta:
- Sacarosa: Es el azúcar de mesa de toda la vida, con el que solemos endulzar nuestros tés, cafés o postres. Y dentro del azúcar, ¿sabes cuál es la diferencia entre el azúcar blanco y el azúcar moreno? Aunque se trata de cuestión de gustos, el azúcar moreno se obtiene directamente de la caña, mientras que el azúcar blanco está sometido a un proceso de refinado. Nuestra nutricionista nos advierte, además, que muchos de los azúcares que nos venden como integrales no son más que azúcar refinado al que se le ha añadido extracto de melaza.
- Fructosa: Se trata del azúcar con más poder edulcorante que está muy presente en las frutas que tomamos por la mañana, para el postre o como acompañando a nuestras comida.
- Polialcoholes derivados de azúcares o alcoholes de azúcar. Seguramente hayas leído sobre el sorbitol, manitol o xilitol cuando revisamos las etiquetas de los alimentos. Por ejemplo, el primero de ellos está presente en los cereales del desayuno y el xilitol se utiliza en chicles, helados, conservas, productos de pastelería o bollería entre otros alimentos. Su excesivo consumo, además de no ser recomendable para nuestra salud, puede provocarnos diarrea.
Dieta y edulcorantes, ¿compatibles?
Si estás siguiendo una dieta, tu nutricionista te recomendará algún tipo de edulcorante no calórico. Para hacerte una idea estos son los edulcorantes no energéticos, recomendables para dietas de adelgazamiento:
- Sacarina: Tachada como cancerígena en los últimos años, es uno de los edulcorantes no energéticos de los que más hemos oído hablar. Se trata de un producto estable ante el calor, lo cual lo hace propicio para el café o aquellos postres en los que agreguemos el edulcorante antes de hornear, por ejemplo. La máxima cantidad admitida es de 5 mg/ kilo de peso y día.
En la actualidad se ha limitado su uso por su sabor metálico y por su probado potencial tóxico en personas fumadoras. Lo mismo ha ocurrido con otros edulcorantes como los ciclamatos.
- Sucralosa: Es uno de los edulcorantes más versátiles a la hora de ponernos manos a la obra en la cocina. Es estable hasta los 230º, por lo que puede utilizarse para cocinar y hornear. Pero, eso no es todo, también es apta para bajas temperaturas. ¿Te animas a preparar con ella unos deliciosos y saludables helados caseros?
- Stevia: Muy de moda en los últimos tiempos, es un edulcorante no calórico de origen vegetal. Es perfecto si estás siguiendo una dieta de adelgazamiento pero quieres darte un pequeño capricho light. Es estable hasta los 200º, por lo que puedes utilizarlo en repostería. Así que, ¿a qué esperas para elaborar uno de tus postres favoritos con ella? La única pega que encontramos en este edulcorante es que no tiene propiedades conservantes, así que te recomendamos que congeles las raciones que sobren.
Como ves, los edulcorantes abren todo un mundo de posibilidades ante ti. Más allá de gustos, no dudes en preguntar a tu nutricionista para que te aconseje cuál es el que mejor se adapta a ti y... ¡Endulza tu vida!
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