Duffy rompió su silencio en febrero, tras una década en el anonimato, revelando al mundo qué la había llevado a desaparecer de la escena pública: había sido secuestrada y violada. Pero no dio más detalles. Sin embargo ahora, a través de una extensa carta ha decidido liberar el dolor acumulado en toda una década narrando el suceso, pero también sus emociones. Una historia con la que espera pasar página y que ya nadie más se pregunte por qué desapareció.
La pesadilla de Duffy
Duffy advierte en su carta que quizás no todo el mundo está preparado para escuchar su historia. Y es que en ella narra la pesadilla, los hechos que vivió y el trauma y desgaste que sufrió durante los años posteriores. Una pesadilla que dio comienzo el día de su cumpleaños y que se alargó hasta cuatro semanas en las que temió por su propia vida; y que a continuación te contamos. No obstante, como ha hecho la cantante, te advertimos de que si crees que puede resultarte duro conocer su historia, te saltes el siguiente párrafo.
Era el día de su cumpleaños, y Duffy lo celebraba en un restaurante cuando fue drogada y secuestrada. Lo siguiente fue llegar a un país extranjero sin tener noción siquiera de haber cogido un avión. Primero a un hotel, donde fue violada por primera vez, y luego a la casa de su violador. Este fue el inicio de cuatro semanas de dolor en las que el instinto de supervivencia de la cantante le decía que tenía que huir, pero a su vez no sabía cómo ni cuáles podían ser las consecuencias, llegando a temer por su vida, de modo que no fue hasta que volvieron a Inglaterra que consiguió huir mientras él dormía.
Las consecuencias emocionales
En la carta, además de relatar cómo sucedieron los hechos, Duffy también revela el impacto que tuvieron en ella las cuatro semanas de secuestro a nivel emocional y las consecuencias psicológicas que ha arrastrado durante una década. Porque las consecuencias de su violación, tal como relata, “fueron como las de un asesinato, porque sigues aquí, pero estás muerta”.
Así, durante una década Duffy decidió esconderse, no solo de la imagen pública sino también alejarse de su familia para evitarles su dolor, llegando a plantearse cambiar su nombre en los registros públicos para desaparecer en otro país e iniciar una nueva vida. Porque creyó que dejar de ser quien era le ayudaría también a dejar de recordar el suceso. Porque sentía que su vida ya no le pertenecía y que la habían despojado también de su futuro. A partir de ese momento, cuando se supiera, la gente empezaría a verla también como una mujer violada.
Pero, uno de los puntos de inflexión, el catalizador que la hizo luchar por volver a lo que había sido su vida y recomponerse, fue las palabras de un amigo suyo en relación al amor. Él dijo que “la mayoría de hombres correrían una milla si supieran que había sido violada”, y ella se sintió herida, sola y vulnerable durante un tiempo frente a aquella afirmación. Pero entonces reflexionó y comprendió que lo que le había pasado no era motivo para que alguien pudiese quererla menos; lo vivido era algo que había experimentado pero no era algo que la definiese como persona. Y eso fue liberador.
De modo que, después de años luchando contra el pasado, contra un secuestro que duró físicamente semanas, pero psicológicamente años, ahora la cantante es libre. Porque ahora se sabe la verdad y ya nadie va a preguntarse “qué fue de Duffy”.
Duffy, el antes y el ahora
La relación de Duffy con la crítica no fue un camino de rosas. En 2006, Amy Winehouse daba inicio a una nueva época en el soul estrenando Back to Black. Época a la que también se sumaron Duffy y Adele en los siguientes años. Y con el éxito llegaron las comparaciones.
Frente a la imagen fuerte y descorazonada de Amy Winehouse, Duffy era todo lo contrario: rubia, modesta, frágil. Por otra parte, según la crítica, “Mercy” de Duffy tenía cierto regustillo a “Rehab” de Amy. Algo que si bien no evitó que llevase su primer trabajo a lo más alto, quizás pudo afectar a las ventas de “Endlessly”, un segundo álbum que no cosechó tanto éxito.
Ahora, la artista retoma su historia inacabada con la música con la publicación de “Something Beautiful”, una canción que ha compartido con la locutora de la BBC, Jo Whiley, para que la gente la disfrute en estos tiempos difíciles. Y es que, ironiza la cantante en su carta, nunca se imaginó compartir la historia de su aislamiento en un momento en el que todo el mundo se siente aislado.
LETTER
Puedes interesarte:
Asistencia a las víctimas de violencia machista durante la cuarentena
Demi Lovato: 'Puedes aprender a quererte a ti misma de la forma que te mereces'
'Be a lady they said', el vídeo más reivindicativo de Cynthia Nixon
Emma Mackey, de 'Sex Education', nos da una lección de feminismo
Selena Gomez lanza Rare Beauty: ¿cómo te ves a ti mismo?