Han pasado más de treinta años desde que el fotógrafo estadounidense Steve McCurry viajase a un campo de refugiados en Pakistán y se topase con Sharbat Gula, una peculiar niña afgana de ojos verdes a la que decidió retratar. En junio de 1985 su rostro apareció en la portada de la revista National Geographic y, desde entonces y hasta ahora, esa imagen ha sido la más icónica de la publicación. A raíz de la Guerra de Afganistán, Gula se vio obligada a huir de su país natal hacia Pakistán, donde tuvo que vivir en un campo de refugiados, el Nasir Bagh, donde McCurry la fotografió por primera vez.
En el 2003, McCurry volvió a viajar a Pakistán para buscar a Gula, poder fotografiarla de nuevo y conocer qué había sido de ella. Tras varios intentos consiguió dar con ella: la niña se había convertido en mujer. Gula rondaba la treintena, vivía en una aldea remota de Afganistán y estaba casada. Contrajo matrimonio con su marido a los 13 años y tuvo tres hijos. McCurry comprobó que la joven no tenía ni idea de lo famosa que se había hecho en todo el mundo. Su historia fue contada en la revista y en un documental que se distribuyó en DVD. Su historia inspiró un proyecto social: se creó entonces Afghan Girls Fund, una organización que ayudaba al desarrollo y creación de oportunidades educativas para las niñas y mujeres afganas.
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Ahora Gula tiene 46 años y ha sido detenida este miércoles por las autoridades pakistaníes. Se le acusa de poseer documentación de identidad ilegal. Presuntamente obtuvo documentos de identidad pakistaníes para ella y sus hijos tras sobornar a tres funcionarios, según ha relatado un agente de la Agencia de Investigación Federal (FIA). Gula será trasladada a una prisión para mujeres donde esperará hasta que se celebre su juicio, tras el que podría enfrentarse hasta a 14 años de cárcel.
La FIA comenzó a investigar su caso en febrero del año pasado, coincidiendo con otros casos que salieron a la luz de refugiados afganos que intentaban obtener documentos de identidad pakistaníes para no ser expulsados del país. Y es que a día de hoy, Pakistán alberga 900.000 afganos en situación ilegal. Son una de las comunidades de desplazados más antiguas y grandes del mundo, pues llevan en esta situación desde 1979, cuando comenzó la Guerra de Afganistán y, como Gula, tuvieron que huir de sus hogares.
Las reacciones ante la detención de Gula no se han hecho esperar: cientos de usuarios de las redes sociales, especialmente de Twitter, han mostrado su apoyo a la que fue la niña afgana pidiendo su liberación. El fotógrafo Steve McCurry colgó un mensaje en su cuenta de Instagram mostrándose totalmente en contra de la detención de Gula: "Estamos haciendo todo lo posible por conocer los detalles del caso a través de nuestros contactos. Me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance para poder dar a Gula apoyo legal y financiero, tanto a ella como a su familia", escribió. "Estoy totalmente en desacuerdo con la decisión que han tomado las autoridades. Ella ha sufrido mucho a lo largo de su vida y este arresto es una inmensa violación de sus derechos humanos".
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