Arabia Saudí es el único país del mundo en el que las mujeres tienen prohibido conducir. Aunque no es la única restricción que imponen, pues la supresión de derechos y libertades niega a las mujeres actividades como la de poder abrir una cuenta en el banco, ir al gimnasio, viajar o trabajar. Para realizar todo esto deben contar primero con el permiso de sus padres o maridos.
Harta del machismo y las vejaciones que las mujeres deben soportar en el país, Manal Al Sharif, una joven ingeniera informática, decidió desafiar a la monarquía saudí de una particular manera (teniendo en cuenta el acceso tan limitado de las mujeres a las nuevas tecnologías): subiendo a YouTube un vídeo en el que aparecía ella al volante de un coche. El vídeo de Manal consiguió millones de reproducciones en pocos días, a pesar de los esfuerzos del gobierno por censurarlos. La policía la encarceló por ello, pero la presión internacional y las campañas que se llevaron a cabo pidiendo su liberación lograron su puesta en libertad.
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“Yo sabía que si subía el video a Internet tendría un gran impacto. YouTube es la red social más visitada en Arabia Saudí. Se consumen 90 millones de vídeos al día y somos una población de 30 millones. No necesitaba a la televisión pública", explica la joven en una entrevista para RTVE. Manal estudió Ingeniería Informática y trabajó en la empresa estatal de petróleo. Allí fue donde comprobó la discriminación laboral que sufren las mujeres: "No había igualdad entre hombres y mujeres. Nosotras no podíamos utilizar los alojamientos de la empresa, ni los autobuses de empleados, ni estudiar en el extranjero". Fue entonces cuando la gota colmó el baso y decidió tomar cartas en el asunto.
El vídeo que grabó la activista sirvió como propulsor de la iniciativa #Women2Drive, creada por un colectivo de mujeres que anima a las demás a congregarse en lugares públicos y a conducir, a pesar de la prohibición del gobierno saudí. “Desde que nacemos hasta que morimos las mujeres en Arabia Saudí somos inferiores a los hombres sin importar nuestra edad o estatus social”, explicaba Manal a RTVE. "Nos tratan como a niños. No tenemos capacidad de decisión sobre nuestras vidas"
El objetivo de Manal es continuar luchándo y apoyando campañas de activismo social para conseguir quebrar el sistema saudí. La joven afirma que las nuevas tecnologías son un arma muy potente para movilizarse por los derechos de las mujeres. "Las redes sociales son nuestra herramienta para organizarnos, para hablar de lo que no está permitido en los medios", afirma. "Las cosas están cambiando porque las mujeres se están atreviendo a romper las normas y están tomando conciencia de sus derechos”.
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