Hafida es un ejemplo de mujer marroquí que tiene la suerte de poder tener a su hijo en brazos, pero muchas otras mujeres en su misma situación no corren la misma suerte. En Marruecos, todavía hoy es una realidad que las madres que lo hayan sido fuera del matromonio sean consideradas por la ley como delincuentes y socialmente, como prostitutas y asimismo, sus hijos oficialmente bastardos. Esta es la denuncia social que se ha plasmado en el documental Madres Invisibles, con Hafida como una de las protagonistas y dirigido por el periodista Lorenzo Benítez quien asegura: “Vivimos a espaldas de realidades muy duras” y que ha sido uno de los únicos españoles en ser seleccionados por el famoso certamen de documentales International Pitch del MIPDoc de Cannes.
El periodista conoció a estas mujeres a través del colectivo 100% Mamás que se encarga de hacerles ver que nos son malas hijas, ni malas madres por tener un hijo sin pareja. “El objetivo es que asuman la maternidad con dignidad y sean autosuficientes, que sean autónomas. Que no tienen por qué ocultar ese hijo, que no tienen que simular que es su hermano, como hacen muchas veces”, explica Benítez en declaraciones recogidas por el periódico andalucesdiario.es.
El aislamiento social o la humillación son algunas de las situaciones habituales por las que tienen que pasar estas mujeres y la carencia de recursos económicos hacen que muchas se vean obligadas a practicar la prostitución. O incluso a abortar en el peor de los casos, tal y como cuenta Helena Madico, documentalista y asesora de género, al mismo medio de comunicación anteriormente mencionado: “Cuando hablan de los hombres, tienen asumido que no van a encontrar a ninguno que se enamore de ellas; y a la vez, el mayor anhelo de algunas de ellas es encontrar a un hombre que acepte a su hijo como propio y eso les permita esconder su realidad”, explica. Pero eso no es todo ya que en los hospitales también son tratadas como delincuentes. “Van a parir con miedo; muchas mienten y dicen que tienen marido; en otros casos incluso se presenta la policía y sienten la presión social y legal. Aunque es verdad que tampoco se las mete en la cárcel, el hecho de que exista un artículo en el Código Penal que contempla penas por tener relaciones sexuales extramatrimoniales, las hace sentir criminales“, denuncia.
Pero con Madres Invisibles, además de dar a conocer esta situación, también se pretende dar visibilidad a aquella parte de la población marroquí que sí las apoya y ayuda. Quieren mostrar a muchas de las personas que están ayudando a que la situación mejore y resaltar que muchas de esas personas son hombres. Un ejemplo muy gráfico es el director de un centro sanitario de Tánger que fue quien elaboró un protocolo para que, aquellas mujeres que acuden a dar a luz en sitauciones similares, sean tratadas como cualquier otra. Una vez más, estamos frente a una gran iniciativa para conocer cuál es la situación que viven muchas mujeres y que a veces, desde nuestra posición, no podemos ni imaginar que esto pueda sudecer todavía hoy en algunos países del resto del mundo como es el caso de Marruecos.
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