En este contexto, conversamos con Patricia Diez Diez, una sobreviviente de violencia de género, que tras 14 años de búsqueda encontró en la escritura terapéutica la llave para su sanación.
"Después de probar decenas de métodos durante 14 años, como psicólogas, psiquiatras, pastillas, meditación, reiki, yoga, hipnosis, medicina china, imanes... pensé que nada podría ayudarme, hasta que descubrí que era yo quien tenía la llave para estar mejor", comparte Patricia. Su experiencia refleja una odisea por distintas prácticas, pero fue la escritura terapéutica la que marcó un antes y un después en su proceso de sanación.
La escritura terapéutica, un método que Patricia descubrió por casualidad, se ha convertido en el pilar fundamental de su recuperación. Al perder a su abuela, sintió la necesidad de escribir y, para su sorpresa, encontró alivio. La escritura se convirtió en una herramienta para explorar y liberar las experiencias dolorosas de su pasado, especialmente aquellas relacionadas con la violencia de género que vivió siendo adolescente.
"Mi proceso completo y sin modificaciones es 'No me quieras tanto', un libro que publiqué por si podía ayudar a otra mujer que estuviera en la misma situación en la que yo estuve", comparte Patricia. Su decisión de compartir su experiencia a través de la escritura no solo la ayudó a cerrar capítulos dolorosos de su vida, sino que también se convirtió en la semilla de un proyecto más grande: ayudar a otras mujeres a través de la escritura terapéutica.
Salir de una relación traumática no significó automáticamente estar libre de secuelas. Estaba rota por dentro, con dolores físicos y emocionales que la aquejaban. La escritura le brindó una vía para expresar y soltar esa oscuridad, permitiéndole renacer y reconstruirse emocionalmente.
Ahora, como guía y mentora, Patricia comparte sus conocimientos y experiencia en escritura terapéutica con otras mujeres que enfrentan situaciones similares. Ofrece acompañamiento individual y un curso que permite a las mujeres aprender y aplicar este método transformador en sus vidas. La clave, según Patricia, radica en comprender que el poder de sanar está dentro de cada mujer, y la escritura es una herramienta para acceder a ese poder interno.
Su mensaje para aquellas mujeres que buscan sanar es claro: no desistan. Incluso después de 14 años de búsqueda y sanación personal, Patricia enfatiza que hay salida y que la escritura terapéutica puede ser una aliada poderosa en este camino hacia la recuperación.
Para quienes deseen comenzar, Patricia sugiere un ejercicio simple pero poderoso: escribir sobre algo doloroso del pasado y sentir si aún hay algo que necesita ser liberado. La escritura, realizada para uno mismo, sin preocuparse por la audiencia externa, se convierte en una herramienta liberadora.
El impacto que Patricia ha visto en las mujeres que ha ayudado a través de la escritura terapéutica es significativo. De la tristeza y desmotivación, muchas experimentan una transformación hacia una mayor conciencia de sí mismas y una mejora en todas las áreas de sus vidas. Además, Patricia ha creado un espacio de apoyo llamado "La Sabana", una comunidad gratuita para mujeres que buscan recuperar su fuerza y superar el constante "run run" en sus mentes.
La historia de Patricia Diez Diez es un testimonio inspirador de cómo la escritura terapéutica puede ser una herramienta de empoderamiento y sanación para las mujeres que han enfrentado situaciones de violencia. En un día dedicado a la conciencia y eliminación de la violencia contra las mujeres, su historia nos recuerda el poder transformador que cada mujer lleva consigo y la importancia de encontrar formas creativas y personales de sanar.
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