El ministro de Comunicación y portavoz del gobierno de Marruecos, Mustafá al Jalfi, criticaba hace unos días el hecho de que un canal de televisión pública emitiera un concierto de Jennifer Lopez, celebrado el pasado viernes por la noche en Rabat. Mientras, por su parte, JLo hacía las siguientes declaraciones: "Estoy tan contenta de estar aquí esta noche. Llevaba años queriendo venir. Gracias por teneros (...) Quería hacer algo especial para vosotros. Os quiero mucho".
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Pero estas palabras tampoco gustaron a los miembros del gobierno marroquí que actualmente se encuentra bajo el mandato islamista del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) quien mediante su portavoz calificaba el espectáculo de “rechazable e inaceptable, además de contrario a la ley” además de tacharlo como un "comportamiento irresponsable de esta cadena que desafía a la sociedad marroquí”. El ministro de Transporte, Aziz Rebbah, también se sumó a las críticas calificando el aspecto de la cantante como “demasiado desnudo”. Pero aquí no queda la cosa ya que el ministro de Comunicación advirtió acudir ante la Alta Autoridad Audiovisual para que se "haga respetar al ley".
A decir verdad parece que el espectáculo sí que fue del agrado de los marroquíes ya que acudieron al show 160.000 personas pagando un precio de unos 160 euros por entrada. Entre los asistentes se encontraba la princesa Lalla Salma, esposa del rey Mohamed V, junto con sus hijos. Mientras tanto, la prensa no se ha hecho esperar en criticar irónicamente al gobierno y concretamente las declaraciones del ministro de Comunicación, que ha abierto llagas en muchos periodistas de opinión del país. Las redes sociales también ardían abriendo un debate entre los ciudadanos sobre la ética que existe hoy en día en Marruecos. En definitiva, un hecho que ha puesto en evidencia la brecha existente entre las opiniones de la población marroquí.
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