Se conoce como tasa rosa o impuesto rosa y afecta a los productos comercializados "para las mujeres". Este incremento del precio no solo afecta a productos que cumplen la misma función que los comercializados "para hombres" –cremas, cuchillas de afeitar y otros productos de depilación–, también afecta, aunque de otra manera, a los productos básicos de higiene femenina.
El precio de tampones y compresas, que son bienes de uso necesario ya que cubren una necesidad fisiolgía, es comparable al precio al que se venden algunos productos de lujo. En España, por ejemplo, a los tampones y compresas se les aplicaba hasta ahora el 10% de IVA, el mismo porcentaje que al caviar. A partir de ahora, sin embargo, y tal como se anunció en los Presupuestos Generales del Estado, se le aplicará un IVA superreducido del 4%. Pero en países como Eslovaquia o Argentina, el gravamen asciende al 20% y 21% respectivamente.
Y a pesar de que la mitad de la población mundial menstrúa, la regla sigue siendo algo incómodo que, en algunos países, está incluso rodeado de prejuicios y supersticiones. La regla todavía no se considera una prioridad sanitaria, y es el motivo por el que la mayoría de los estados no la incluyen en sus planes presupuestarios. Esto provoca que los tampones y compresas no sean asequibles para todos.
1.500 euros gastados durante 35 años
En España puedes comprar una caja de tampones por aproximadamente 3 euros. En China, sin embargo, donde solo lo utilizan el 2% de las mujeres y donde, por ello, es más complicado encontrarlos, su precio asciende a alrededor de 12 euros. La ONU calcula que actualmente un 26% de las mujeres en todo el mundo están en edad reproductiva, lo que supone que hay unos 1.800 millones de mujeres que mestrúan cada año. Estas mujeres tienen la regla durante una media de 35 años, lo que supone un gasto extra de 1.500 euros a lo largo de su vida fértil, una cifra que fluctúa en función del número de días que dure la menstruación –entre dos y siete– y el tipo de producto que se utilice.
Escocia combate la pobreza menstrual
La semana pasada Escocia se convirtió en el primer territorio que, con el objetivo de acabar con esta discriminación económica, ofrece tampones y compresas de forma gratuita. Su parlamento garantiza desde entonces la gratuidad de estos bienes, una medida que se ha aprobado con 112 votos a favor y una abstención, pero ningún voto en contra. Con esta nueva ley, Escocia quiere combatir la pobreza menstrual, un concepto que se popularizó con la película Yo, Daniel Blake y que hace referencia a la realidad de que muchas niñas alrededor del mundo no pueden acudir a la escuela durante los días que tienen la regla porque sus familias no pueden hacer frente al gasto que supone.
La norma no entrará en vigor, sin embargo, hasta que sea sometida a una segunda votación en la que se pueden proponer enmiendas. Si, efectivamente, es aprobada, las mujeres podrían a partir de entonces hacerse con estos productos en centros de salud, clubes juveniles y farmacias a coste cero.
España se suma a la lucha rebajando el IVA
La modificación del IVA de los tampones en España, que pasa del 10% al 4% implica que el Estado deje de ingresar al año 18 millones de euros. Se trata de la medida fiscal que menos va a influir sobre las arcas del Estado, por debajo, incluso, de la disminución del gravamen en los libros electrónicos, los servicios veterinarios y las rebajas a pequeñas y medianas empresas (PYMES). En esta medida Canarias fue precursoras, que ya en 2017 suprimió el impuesto a estos productos.
De aprobarse estos presupuestos, España sería un país más en la lista de los que han tomado esta medida para combatir la pobreza menstrual después de Canadá, que lo hizo en 2015.
LETTER
Te puede interesar...
Nueva York pretende acabar con la tasa rosa que encarece los productos para mujeres
Montse y Laura quieren ser mamás y por eso han creado el proyecto 'Ella'
Cursos para que los taxistas aprendan a atender agresiones sexistas
Christina Koch establece el récord femenino de tiempo en el espacio