Seamos o no seguidores de deportes como el motociclismo o el ciclismo, todos hemos visto en alguna ocasión a esas azafatas que, ejerciendo el papel encorsetado de una mujer florero, se sitúan a los lados del pódium, flanqueando al ganador. ¿Su función? Lucir palmito, poner su mejor sonrisa, dar dos besos, entregar flores o champagne y ya, si eso, dar el premio (cuando la organización así lo estipula).
Este año, en un meritorio intento de eliminar este sexismo en las competiciones deportivas, la Vuelta Ciclista que comenzará en solo unas semanas, ha anunciado que eliminará el gesto de las azafatas de dar dos besos al ganador. La dirección de esta prueba ha decidido también "que la asistencia sea realizada unas veces por mujeres y otras por hombres". ¿Se inicia con esto el camino hacia una reconsideración de un trabajo hasta ahora eminentemente machista?
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A pesar de que esta noticia supone un avance social y acaba con años de dominación machista en este ámbito, muchos han sido los usuarios de Twitter que no han dudado en verter sus opiniones (muchas de ellas retrógradas) sobre la decisión tomada por la dirección de la competición deportiva.
También hay quienes apelan a la necesidad de crear puestos de trabajo como una de las razones por las que perpetuar esta costumbre propia de otra época. Por suerte, también ha habido muchas voces que han defendido el fin de esta práctica sexista que sitúa a la mujer como un mero objeto de exposición.
El sexismo de las azafatas en otros deportes
Aunque es el ciclismo uno de los deportes en los que de una forma más visible se cosifica a las azafatas, el mundo del motor no se queda atrás con las figuras de las "paragüeras". Estas chicas, por lo general jóvenes, guapas y con una indumentaria que explota sus curvas, simplemente sujetas el paraguas a los pilotos antes de comenzar la carrera. ¿Alguna otra de sus funciones? Pasear por el paddock esperando a que alguno de los aficionados les pidan sacarse una foto con ellas.
Por si esta cosificación extrema fuese poco, ellas también suben al pódium a acompañar al ganador y, en ocasiones, son "bendecidas" con la lluvia de champagne del afortunado ganador de la carrera. ¿De verdad alguien cree necesario que las mujeres sigan desempeñando este ridículo papel para deleite de las miradas masculinas? Definitivamente no.
Y continuando en el machismo en el mundo del deporte, échale un vistazo a este vídeo que pone sobre la mesa las diferencias salariales entre hombres y mujeres en las categorías deportivas profesionales.
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