Que amar sea motivo suficiente para ser víctima de una agresión es una verdadera vergüenza. Que la homosexualidad sea el pretexto que necesita una panda de adolescentes para dar una paliza es indignante. Que en pleno siglo XXI en un país como Holanda, dos chicos no puedan pasear de la mano es inconcebible. Y sumando sinsentidos nos encontramos con la terrible paliza que sufrieron dos jóvenes gays que paseaban por la ciudad de Arnhem el pasado domingo por la noche.
Después de tener que soportar insultos por su condición sexual, un grupo de 6 a 8 jóvenes de entre 14 y 20 años comenzaron a propinarles golpes y a atacarles con una cizalla, provocándoles heridas de diversa consideración. La pareja agredida ha confesado después del suceso que nunca solían ir cogidos de la mano por temor a este tipo de reacciones. ¿Qué está pasando para que crezcan este tipo de agresiones en los países de Europa?
La falta de respuestas a esta cuestión y la indignación han llegado a las redes sociales, especialmente a Instagram. Bajo el hashtag #allemannenhandinhand , los hombres holandeses han comenzado a subir fotos en las que se les ve entrelazando sus manos con otros hombres. A esta iniciativa se han unido también algunas figuras políticas de los Países Bajos como muestra de repulsa ante esta acción homófoba.
Una brillante iniciativa popular que esperemos sirva para sensibilizar y concienciar a las personas que aún siguen juzgando y atacando al resto por el simple hecho de amar.
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