Uno de los roles más desafiantes que existen es el ser madre, tanto en términos emocionales como físicos. El cerebro de una madre rara vez experimenta momentos de pausa, ya que desde el momento en que nos despertamos hasta que descansamos la cabeza en la almohada por la noche, estamos continuamente lidiando con una lista interminable de responsabilidades.
Por esta razón, destacamos especialmente la relevancia de que las madres dispongan de momentos de soledad, donde no solo puedan liberarse temporalmente de las demandas y responsabilidades asociadas a la maternidad, sino también brindarse la oportunidad de reconectarse consigo mismas y atender sus necesidades personales.
Así como reservar breves momentos a solas es importante, las vacaciones sin la presencia de los hijos lo son también. Son varias las razones por las cuales deberías considerar tomar unas "vacaciones de mamá" y emprender de vez en cuando un viaje en solitario.
Las madres también precisan períodos vacacionales
Posiblemente, hayas escuchado hablar de este tema, y darte cuenta de las varias opiniones que existen al respecto, pues para algunos, la idea de tomar vacaciones sin nuestros hijos podría percibirse como egoísta. No obstante, al examinar detenidamente lo que esto implica, la realidad no parece ser un acto de irresponsabilidad.
La tarea de ser madre puede resultar extenuante, y al igual que en cualquier otra ocupación, es esencial concedernos pausas de ocasionalmente. Si nos tomamos vacaciones de nuestro empleo cuando las necesitamos y merecemos, ¿por qué no aplicar lo mismo en nuestra labor maternal?
Planificar una breve escapada en solitario o decidir disfrutar de unas vacaciones sin la presencia de los hijos no solo nos permite desconectar de la rutina, sino también descansar de la constante responsabilidad de la crianza a la que estamos acostumbradas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto no implica que seamos madres irresponsables, o que los hijos no nos importen. Simplemente, somos personas, y al igual que a cualquier otro individuo, nos benefician algunos días en los que podamos descansar verdaderamente.
¿Por qué se recomienda a solas?
Como ya lo indicamos, no estamos expresando que no deseamos desempeñar el papel de madres o que no queremos pasar tiempo con nuestros hijos. Sin embargo, después de asumir la maternidad, esos días libres ya no son iguales que antes, y la noción de "descanso" se vuelve escasa.
Aunque gocemos de viajar con nuestros hijos, ya sea a la playa o a algún pueblo cercano, a menudo no conseguimos la desconexión tan anhelada que buscamos al salir de la rutina. Cuando viajamos sin ellos, liberamos en cierta medida todas esas responsabilidades y la carga mental que siempre llevamos, permitiéndonos aprovechar ese tiempo para reconectar con nosotras mismas. Es como "resetear" para renovar y recuperar la energía perdida.
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Puede ser un viaje sencillo
Tal vez al hablar de "viajar sola", imaginamos que es indispensable subir en un avión o realizar un extenso viaje a un destino distante durante varios días. Sin embargo, aunque sería maravilloso tomarse una semana para visitar una playa paradisíaca, las escapadas de una madre no tienen que ser algo extraordinario. La premisa es conseguir esos momentos de desconexión y tiempo a solas, ya sea durante días o solo algunas horas, lejos del hogar.
Una opción bastante sencilla de llevar a cabo consiste en emprender una salida de fin de semana, ya sea en solitario o en compañía de amigas, a algún pueblo cercano. Esto nos brinda la oportunidad de disfrutar de un par de días de paz y serenidad. Aunque solo podamos realizar un viaje de ida y vuelta en coche en el mismo día, el acto de salir de nuestra comunidad por sí solo contribuye a despejarnos, proporcionándonos esas horas esenciales de desconexión y una bocanada de aire fresco.
En cambio, si por cualquier razón no podemos salir de la ciudad, aún podemos disfrutar de unas vacaciones sin alejarnos de nuestra zona. Una excelente sugerencia es alquilar una habitación en un hotel para tener unas pequeñas vacaciones en solitario. Esta opción es recomendada por muchas madres ampliamente; hay algo especial en la idea de liberarnos de las responsabilidades de limpiar y ordenar.
La clave, sin importar la duración o la distancia de las vacaciones que elijamos, es dedicarnos esas horas o días exclusivamente para nosotras mismas. ¿La mayor ventaja? Al regresar de este tiempo de descanso, estaremos renovadas y llenas de energía para brindar aún más amor y afecto a nuestros hijos.