Cuando pensamos en gatos y mascotas nuestra cabeza suele llenarse imágenes idílicas de gatos bien cuidados, con un aspecto magnífico y una vida aparentemente feliz. Son imágenes que hemos extraído de nuestras propias mascotas y de amigos o familiares. Por supuesto, también de Internet, donde el gato suele ser el rey y protagonista absoluto de millones de artículos que se hacen virales gracias a sus trastadas y monerías.
Por desgracia, pocas veces solemos acordarnos de esa otra cara de los mininos. La de aquellos que han sido víctimas de maltrato o abandono y que no muestran su mejor cara porque sencillamente no la que tienen; a menudo como consecuencia de llamativas heridas, por estar despeluchados, o por ser totalmente reticentes a cualquier contacto físico como consecuencia de haber conocido la peor cara del ser humano.
Este artículo muestra, a través de imágenes, que el ser humano puede ser horrible y tratar del peor modo imaginable a todo el que esté en su entorno pero, por fortuna, también puede ser igualmente maravilloso y ser capaz de rescatar y recuperar animales con el único interés de devolverles una parte de la vida que otros les quitaron.
Este es su antes y después. Así fueron encontrados y así están ahora después de recibir la ayuda y los cuidados de sus nuevos dueños o voluntarios desinteresados.
Las imágenes también son una llamada de atención para que dejemos de fiarnos de las apariencias y veamos que, detrás de la cara menos agradable y “amable” de las animales que habitan ONG´s y protectoras podemos encontrar, en cualquier esquina, un cisne que solo necesita un poco de ayuda para volver a volar.
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