Todos hemos escuchado en infinidad de ocasiones la expresión “la curiosidad mató al gato”, una frase muy popular que se utiliza en muchos países, por supuesto también en los de habla hispana, pero que tiene sus orígenes en una expresión inglesa del siglo XVI que decía “care kills a cat”, algo así como “la preocupación mata al gato”.
Originalmente era una forma de advertir que preocuparse mucho por algo no era nada bueno y, a pesar de que tuvieses siete vidas como se dice de los gatos –o nueve según el país-, ese exceso de preocupación podría acabar contigo.
Con el paso del tiempo, la expresión ha ido modificando su significado, transformándose en una especie de aviso que generalmente se utiliza con personas cotillas o chismosas, para alertar de que su ansia de información puede traer consecuencias negativas. También se usa como “coletilla”, cuando esas consecuencias ya han llegado y se quiere hacer hincapié en el hecho de que eso podía suceder.
Sea como fuere, la expresión sigue estando en vigor y, gracias a la existencia de Internet, alcanza cada día cotas más y más altas de realidad. Ha dejado de ser una mera frase hecha para convertirse, en muchas ocasiones, en una expresión literal.
Como muestra, esta selección de imágenes que demuestra que la curiosidad complica habitualmente la existencia de los gatos más curiosos. No lo pueden evitar, forma parte de sus instintos, ¡está grabado a fuego en sus genes!
Después de verlas es casi imposible no pensar precisamente en eso de que “la curiosidad mató al gato”; y aunque en estos casos no los mató, seguro que no les hizo pasar un buen rato. ¡Estamos seguros de que no repetirán!
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