Paciencia, mucha paciencia. Eso es lo que necesitas mientras se suceden las semanas y los meses de gestacion. Y lo cierto es que necesitas potenciar dicha virtud hasta los últimos momentos previos al alumbramiento de tu bebé, puesto que son precisamente estos los que parecen ser eternos e interminables.
A pesar de que los libros de Medicina y los médicos así como muchos expertos en obstetricia indican que existen pequeñas variaciones entre las semanas en las que se produce el parto, teóricamente en la semana 40, cada cuerpo reacciona de una manera diferente y muchas veces parece que el bebé se quiere quedar dentro de su madre.
Aunque en algunas ocasiones las circunstancias indican que no queda otra opción de inducir y provocar el parto (si se produce la ruptura prematura de aguas y no le siguen las contracciones o la dilatación, si la madre sufre algunas patologias como hipertensión o diabetes o si existe riesgo fetal porque se haya roto la bolsa), hay otras en las que no está recomendado porque podría suponer un grave peligro tanto para la embarazada como para el bebé.
Por ello existe una serie de métodos naturales, técnicas y trucos de diversa índole que permiten acelerar el parto en la última fase del embarazo y pueden ayudar a las futuras madres a adelantar el esperado dia mediante remedios que están en sus manos y a los que puede acudir en los últimos días de gestación.
1. Sexo
Muchos creen que esta es una de las técnicas más fantasmas y falsas que existen y que no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero es cierto que mantener relaciones sexuales previas a los partos puede ayudar a desencadenarlos y esto se fundamenta en tres puntos. El primero de ellos es que mediante el sexo, liberarás oxitocina (una hormona que segrega la hipófisis que tiene la propiedad de provocar contracciones uterinas).
Por otra parte, si consigues llegar al orgasmo, el útero se contrae y puede estimular la dilatación del cuello uterino. Además, si el hombre logra eyacular, el semen puede ayudar a acelerar el parto porque contiene unas sustancias denominadas prostaglandinas que producen la dinámica uterina, esto es, las contracciones de previas.
Lógicamente, al igual que mantener relaciones sexuales se puede convertir en un remedio natural ideal para adelantar el alumbramiento, también puede suponer un riesgo una vez se haya roto la bolsa, debido a que se puede infectar al bebé.
2. Andar y hacer ejercicio físico
Al igual que tu médico te recomienda el reposo durante las semanas mas importantes para el desarrollo del bebe (a partir de los cinco meses), debes hacer lo contrario siempre con mucho cuidado en los momentos previos al parto. En ningún caso debes llegar a la fatiga, así que tienes que adaptarte a los ritmos de tu cuerpo, que no tienen por qué parecerse a los habituales si eres una persona deportista.
Por eso, caminar a diario a un ritmo moderado aumenta las posibilidades de adelantar el nacimiento de los ninos porque así se genera un movimiento pélvico propicio para que desciendan y se encajen. De esta forma, presionan el cuello uterino y ayudan a iniciar o acelerar la dilatación.
Además de caminar, puedes estimular la zona subiendo y bajando escaleras, moviendo las caderas y bailando, de modo que estos pasos estimularán la producción de oxitocina y permite que el bebé se coloque en posición para iniciar las contracciones una vez haya presionado y ablandado el útero. Lo ideal es que andes y practiques ejercicio alrededor de 30 minutos o una hora al día.
Por otra parte, puedes estimular estas contracciones practicando otros deportes pausados como son Pilates, yoga o incluso servirte de una pelota suiza (los balones de ejercicio) para tonificar el suelo pélvico y con ello, acelerar la dilatación del cuello del útero y desencadenar el parto de manera natural.
3. Masajes de mamas y estimulación de los pezones
Si no te gusta demasiado bailar, no tienes ganas de hacer el amor con tu pareja y no quieres saber nada del ejercicio físico, lo mejor que puedes hacer es pedir o darte tú misma masajes placenteros en las mamas y en los pezones para adelantar el nacimiento de tu hijo.
Es aquí donde entra en acción de nuevo la oxitocina, ya que el hecho de estimular esta zona erógena, las mamas y especialmente los pezones, aumenta la segregación de dicha hormona. En este caso, también es probable que te salga un poco de calostro de estos últimos, previo a la leche materna y esencial para la alimentación de nuestro bebé.
4. Relájate con un baño de agua caliente
Probablemente este sea uno de los remedios más populares a lo largo de los años, puesto que es una de las técnicas más sencillas y más apetecibles de esta lista. Como hemos mencionado anteriormente, es fundamental que te tomes estos días con la mayor calma posible hasta la llegada de la fecha del nacimiento.
Por ese motivo, la matrona te aconsejará que trates de vivir esta última fase con la menor ansiedad posible, puesto que si estás nerviosa, tu cuerpo segregará adrenalina, que actúa como inhibido de esta hormona fundamental en el embarazo que es la oxitocina, responsable en cierto modo de provocar el adelantamiento del parto.
Echa mano de remedios naturales caseros
Porque hemos hablado de métodos que podemos llevar a cabo con nuestro cuerpo, pero, ¿qué ocurre con los alimentos que logran inducir el nacimiento de nuestro bebé? Si bien es cierto que no hay explicaciones científicas que se refieran a la efectividad de ciertos productos, son muchas las pistas que dejan algunos de ellos sobre nuestro cuerpo y que pueden funcionar como trucos para alcanzar el movimiento uterino.
Uno de ellos es el chocolate, una sustancia excitante que puede ayudar a moverse al bebé. De este modo, éste podría romper la bolsa y el proceso de parto comenzara. Algo similar ocurre con la comida picante (no es necesario que te arda la boca, porque entonces además de hinchada por el embarazo tendrás dolores estomacales), que puede favorecer el movimiento intestinal y esto, a su vez, podría provocar también contracciones del conducto uterino.
Las infusiones de jengibre y frutos rojos, como el arándano y especialmente las hojas de frambuesa, pueden favorecer el ablandamiento del útero y ayudar en la fase en la que debas dilatar para dar a luz. En cualquier caso, aunque no está demostrada científicamente su validez, no resultará dañino para tu cuerpo.
Una vez vistos los remedios naturales que puedes tener al alcance de tu mano y que se han ido practicando a lo largo de los últimos años, debes tener en cuenta que a veces es necesario llevar a cabo la inducción o provocación del parto en situaciones que tú misma no puedes controlar para que pueda nacer el bebé.
Es posible que tu médico te sugiera la inducción del parto si se ha roto la bolsa de aguas o saco amniótico pero no sientes contracciones, si no se ha producido el nacimiento dos semanas despues dela fecha prevista, si el bebé no está creciendo como debería o si no tiene suficiente cantidad de líquido amniótico en la bolsa o si existen otros riesgos para el neonato y para ti. En todo caso, tanto tu médico como tu matrona deben encargarse de darte toda la información posible para afrontar este paso.
Y llega el gran día...
Una vez rompas aguas e ingreses en un hospital o bien hayas decidido dar a luz en casa con la ayuda de una matrona, es fundamental que tengas en cuenta y conozcas todos los tipos de partos que se pueden dar, porque lógicamente hay más allá del natural: el inducido, el medicalizado, el parto por cesárea... Debes conocer de primera mano cómo se desarrolla cada uno y tener información precisa sobre su desarrollo.
Partos naturales. Antes se denominaban científico-humanizados. Son aquellos en los que los bebés nacen por vía vaginal, al igual que los partos normales. La diferencia principal es que en estas ocasiones no se realizan intervenciones como la analgesia ni el uso de oxitocina artificial con el fin de provocar las contracciones. Tampoco se lleva a cabo la episiotomia (la incisión quirúrgica en la zona del perineo) para apresurar la salida del bebé. De este modo, el médico también asegura respetar los tiempos de cada fase del parto y solo se practica la apertura de la bolsa en casos necesarios.
Partos normales o vaginales. Como hemos mencionado en el aparto de partos naturales, la única diferencia con éstos es que sí le pueden suministrar la hormona para acelerar el proceso de dar a luz y, además, se le puede poner la epidural a la embarazada. Esta es sin duda una de las grandes ventajas de este tipo de parto, puesto que la epidural reduce de una manera palpable los dolores provocados por el nacimiento.
Parto abdominal por cesárea. Se produce cuando se extrae el feto por la zona abdominal mediante una cirugía entre el abdomen y el útero llevada a cabo a través de una incisión. Pueden ser programadas (si viene de nalgas, si hay cirugías uterinas previas, si existen miomas...), urgentes (en el caso de que el nacimiento comprometa la salud y la vida del bebé o de la madre) e intraparto (si la oxitocina no funciona como se espera o la vagina no se dilata tanto como se necesita para parir).
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