La tendinitis es una lesión ampliamente relacionada con el deporte. Consiste en una inflamación del tendón provocada normalmente por una lesión recurrente o por la repetición del mismo gesto o movimiento de forma continuada en el tiempo. Es el caso por ejemplo de las lesiones de tenis. También hay otras causas como las metabólicas, provocadas por defectos en la alimentación o la hidratación; las vertebrales, afectaciones degenerativas de la columna; o de origen degenerativo, asociadas al envejecimiento y desgaste prolongado del tendón. En la mayoría de los casos el daño no se encuentra solo en el tendón, sino que afecta a más tejidos de alrededor, como músculos o la vaina sinovial que recubre los tendones, entre otros.
Aunque los primeros días con tendinitis se debe guardar reposo, no es necesario esperar a una recuperación completa para retomar la actividad deportiva, ya que el ejercicio moderado, combinado con la fisioterapia, reduce el dolor de la lesión y favorece su recuperación. Como sostiene Noelia Sánchez, fisioterapeuta de Zagros Sports, con el asesoramiento de personal cualificado, es posible practicar ejercicio para aumentar la vascularización de la zona lesionada y mejorar la nutrición de los tejidos, reduciendo así el dolor. El control de la intensidad del entrenamiento es clave para evitar forzar el cuerpo y empeorar la lesión.
El ejercicio más recomendable es el entrenamiento en piscina debido al escaso nivel de impacto del agua en el aparato locomotor. Nadar o completar circuitos de ejercicios de fuerza y movilidad dentro de la piscina permite una vuelta gradual a la actividad y protege al deportista de futuras lesiones. A pesar de ello, tanto fuera como dentro del agua, se debe prestar una especial atención a las sensaciones del cuerpo y cómo responde al deporte.
En el momento de retomar la actividad física, en conjunto médico, fisioterapeuta y entrenador personal, deben valorar las circunstancias que han conducido a la lesión. El terreno, por ejemplo, es una de las principales causas de tendinitis en el tren inferior, ya sea por su mal estado o por la falta de entrenamiento específico. Es el caso de quienes están acostumbrados a entrenar en cinta de correr y salen a la calle con la intensión de cumplir con los mismos tiempos de trabajo. Primero se debe adaptar el cuerpo a los diferentes terrenos para, posteriormente, aumentar la intensidad y el rendimiento. Además, se deben valorar la variabilidad de los ejercicios, la técnica, los tiempos de entrenamiento e incluso el calzado para buscar el causante de la inflamación y evitar futuras lesiones.
Para que la vuelta al deporte sea lo más segura posible y contribuya a la recuperación de la lesión, la experta de Zagros Sports recomienda:
- Entrenar de forma progresiva: durante las primeras sesiones se debe entrenar a intensidad baja-moderada, sin intentar recuperar la intensidad y el volumen de ejercicio previo a la lesión, hasta que remita el dolor.
- Variar en todo lo posible el entrenamiento: evitar repetir constantemente los mismos movimientos. De esta forma no se fuerza la zona de la tendinitis y se previenen futuras lesiones.
- Practicar estiramientos: los estiramientos son una parte fundamental de la recuperación. Con la ayuda de un fisioterapeuta se deben realizar estiramientos pasivos para inducir la relajación del músculo para que se reduzca la tensión sobre el tendón. También es positivo realizar ejercicios de auto estiramientos para hacer en casa o en el gimnasio y continuar con el objetivo de relajar la musculatura.
- Respetar los tiempos de descanso: a pesar de las ansias por recuperar la normalidad y alcanzar el máximo rendimiento deportivo, no se debe forzar el cuerpo restando tiempo al descanso. Tras un entrenamiento de intensidad más o menos alta se debe respetar un descanso de 48 horas. El descanso, según el grado de la lesión y el progreso de la recuperación, puede consistir en una actividad de más baja intensidad o simplemente dar un paseo para mantener los músculos activos pero no forzarlos.
- Cuidar la hidratación y la nutrición: siguiendo una dieta equilibrada con un alto porcentaje de frutas y verduras de temporada, se deben evitar sobre todo los azúcares, ya que provocan una mayor respuesta inflamatoria. Una ingesta adecuada de agua es clave para garantizar el buen funcionamiento de músculos, tendones y articulaciones.
Contenido elaborado en colaboración con Noelia Sánchez, fisioterapeuta de Zagros Sports
LETTER
Y además:
Fitness mental: ejercita mente y cuerpo a la vez
¡No te olvides de él! 5 ejercicios sencillos para fortalecer el cuello
Aprovecha el buen tiempo y muévete en bici: ¡descubre sus beneficios!