Hablamos de micro tendencia porque lo cierto es que, siendo sinceras, no podríamos decorar una habitación simplemente con fieltro: quedaría muy recargado y no tendría mucho sentido. Se trata más bien de introducirlo en el estilo de nuestra decoración a modo de pequeñas pinceladas: detalles que capten la atención y se integren bien en el estilo de nuestro hogar.
En la imagen que te mostramos más arriba se ha empleado esta tela para elaborar un pequeño mural para hacer las veces de cabecero de cama y una alfombra a juego, pero si te fijas, está integrado en un ambiente en tonos blancos y grises, de manera que no resulta abrumador. Echa un vistazo a estas otras ideas para introducir el fieltro en tu decoración.
Uno de los elementos en el que más se ha introducido el fieltro es en los tapices de las sillas y los taburetes. Como vemos en estas ideas, se trata de un toque que encaja a la perfección con estilo nórdico o romántico. Queda especialmente bien para emplearlo en la silla del despacho o en el comedor.
Por otro lado, y centrándonos más en las manualidades, el fieltro también es una buena alternativa para dar un toque original a las paredes de las habitaciones infantiles. Lo hemos visto formando parte de banderines, cenefas o bien de móviles colgantes para la habitación del bebé.
Posavasos, macetas, cojines... ¡tú decides!
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