Es algo común en los seres humanos que tendamos siempre a hacer difíciles las cosas más sencillas. Por eso, relajarnos no tiene por qué implicar estar en una playa paradisiaca ni que nos den un masaje durante horas. Está claro que sí, eso también relaja y ojalá pudiésemos disfrutar de estas cosas al menos un día a la semana pero, tranquila, existen alternativas mucho más económicas y fáciles de llevar a la realidad. Si necesitas un parón, este decálogo de objetos con los que relajarte, comenzará a ser indispensable para ti a partir de ahora.
1. Un buen jabón que haga mucha espuma
Darnos baños durante horas cada día no es una opción viable por dos motivos: la falta de tiempo y el gasto innecesario de agua pero, ¿por qué no experimentar este capricho de vez en cuando? Para ello solo necesitas una cosa: una gran pastilla de jabón o sales capaces de llenar tu bañera de espuma y, de paso, dejar tu piel bien hidratada y con un aroma de lo más especial. Más dulces, más neutros, más o menos espumosos... ¡Las reglas las pones tú! Y quizás pronto repitas en tu propia casa esta mítica escena del cine:
2. Una vela que llene el ambiente con tu olor favorito
Eso de que los olores pueden ayudarnos a relajarnos no es ninguna tontería. Hay una serie de aromas, normalmente procedentes de nuestras flores favoritas, que sirven para dejar atrás el estrés e, incluso, nos puede incitar a caer en los brazos de Morfeo. (Eso sí, mucho cuidado con dormirse con una vela encendida por lo que pueda ocurrir). Los mejores olores para olvidarte del mundo en una tarde de invierno son el sándalo, la lavanda, el jazmín, la rosa o el azahar entre otros.
Puedes elegir cualquiera de estos aromas en su versión en vela o, si lo prefieres, opta por alguna esencia para quemador o en forma de incienso.
3. Una buena taza de té
Como ocurre con las esencias, las amantes del té también lo saben: hay infusiones que pueden ayudarte a relajarte y que pueden ser un complemento perfecto a una fría tarde de otoño en casa. No solo su temperatura te ayudará a entrar en calor y crear ese ambiente confortable de hogar, sino que algunas hierbas como la melisa o la valeriana son perfectas para que cada músculo de tu cuerpo pierda su tensión. ¡Pruébalas! Prometemos que funciona.
4. Un cuaderno bonito
¿Sientes que necesitas sacarlo todo fuera pero no te apetece demasiado escuchar lo que otras personas opinan sobre lo que vas a contar? Pues bien, la solución es muy fácil. Retoma la experiencia de escribir una especie de diario como cuando eras pequeña. No hace falta que cuentes tu vida ni el minuto a minuto de tu jornada de trabajo. Simplemente utilízalo cuando sientas la necesidad de autoexplorar tus sentimientos. Será una gran manera de liberar tensiones.
5. Un masajeador para tu cabeza
Seguro que lo has visto más de una vez en alguna tienda y te ha apetecido probarlo. Lo que en principio parece una sensación no demasiado agradable acaba convirtiéndose en una experiencia genial. Y lo mejor de todo, no necesitas a otra persona que te masajee. Tú misma te sirves para poder entregarte a este placer...
6. Un saquito de semillas terapeútico
En lo más sencillo está la clave: ¿qué me dices de tener un saco de semillas para calentar? Lo puedes hacer tú misma y es súper rápido. Tan solo necesitas un poquito de espíritu DIY, un pedacito de tela con tu estampado favorito y unas cuantas semillas. Si lo quieres únicamente para que te ayude a entrar en calor, lo mejor es que lo rellenes con semillas de lino o de trigo que retienen mejor las altas temperaturas. Si lo que te interesa es, además, que te ayude a relajarte nada como la lavanda que, como ya te hemos contado, desprende un aroma que aísla el estrés.
7. Un kit para las tardes de sofá
Esto se traduce en calcetines polares, un pijama bien gordito, una mantita suave y una buena película. Lo de comer cosas muy calóricas mientras tanto ya es algo propio de Bridget Jones, pero si te apetece...
8. Un jardín zen
Si eres una afortunada con un gran patio en su casa, el jardín zen puede ser una parte de tu jardín convencional: tan solo necesitas darle un toque oriental con algunas figuras y plantas exóticas y además elegir un tipo concreto de arenilla o grava.
Si como a nosotras, tu piso de 40 metros cuadrados no te permite convivir con plantas, cómprate la opción mini de estos jardines, con piedras de diferentes tamaños y unos rastrillos con los que relajarte durante horas. ¡Te invitamos a que lo pruebes!
9. Una pecera
Desecha la idea de que los peces son animales aburridos. Tener una pecera con dos o tres peces te mantendrá entretenida mientras los limpias y les das de comer y, al mismo tiempo, te relajará ver su paz mientras nadan. Somos conscientes de que leerlo puede parecer bastante absurdo a priori pero si lo llevas a la práctica, pronto cambiarás de opinión.
10. La música ambiente perfecta para la ocasión
Muchas veces cuando vamos a una cafetería que nos gusta, el hilo musical suele estar formado por una selección de esos temas perfectos para relajarnos y dejarnos llevar. Siempre queremos imitarlas cuando nos sentamos frente a nuestro Spotify pero... Nunca encontramos exactamente esas canciones. Hoy estás de enhorabuena: tenemos para ti unos cuantos temas que te harán destensar todos tus músculos y te sacarán una sonrisa.
Cuando tengas en cuenta este decálogo, probablemente seas una persona un poco más feliz. Por eso, te invitamos a que hagas este test que hemos preparado para ti:
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