Una historia de chocolate...
No es difícil hacer trufas de chocolate. Sólo que hay que tener buenos ingredientes... Porque sólo obtendrás una trufa de calidad si utilizas productos de calidad. Lo mejor es utilizar un buen chocolate de base, un chocolate de cobertura (chocolate profesional que tiene un alto contenido de manteca de cacao, cuya grasa, una vez cocinada y luego solidificada, proporciona consistencia al producto que se haya bañado) o incluso un chocolate negro amargo que podrás encontrar en las pastelerías y en algunas tiendas de comestibles especializadas.
La receta básica de trufas de chocolate
Preparación: 20 min
Cocción: 0
Ingredientes (para 40 trufas aproximadamente):
300 g de chocolate de buena calidad
20 cl (o 2/3 + ¼ de taza) de nata líquida con un 35% de materias grasas
40 g (1/3 de taza) aproximadamente de buena mantequilla no salada (de calidad)
Cacao en polvo (para bañar)
Preparación:
La víspera: funde el chocolate al baño maría. Hierve la nata en una cacerola y añade el chocolate fundido (con el fuego ya apagado).
Mete esta mezcla en la nevera para el día siguiente.
El mismo día: funde la mezcla al baño maría. Incorpora la mantequilla. Déjalo enfriar hasta que se forme una pasta dura.
Haz bolitas y cúbrelas con el cacao en polvo.
Truco adicional:
Para hacer de tus trufas un dulce digno de los más grandes maestros chocolateros, presenta cada trufa en un pequeño embalaje de papel plegado.
Si deseas regalarlas, opta por una cajita metálica.
La trufa en todas sus variantes...
¿Por qué limitarse únicamente a las trufas bañadas en cacao?
Dale a tus trufas un aspecto festivo y original, envolviéndolas de color. Es posible cualquier color del arco iris, ¡sólo es necesario que el revestimiento sea comestible!
Es suficiente con convertirlo en polvo (con la batidora, en el mortero, a cuchillo, con el hacha... ¡¡¡según tu equipamiento!!!) y pasar las trufas por el polvo así obtenido.
La trufa de Navidad. De color marrón u oro con el polvo de praliné o polvo de oro.
La trufa de cumpleaños. De color rojo con pralinés rosas.
La trufa perfumada. De color violeta con pétalos de violetas cristalizados y pulverizados.
La trufa glamur. De color rosa con galletas rosas de Reims reducidos en polvo (además se pueden comprar directamente del polvo de galletas rosas Fossier).
La trufa de verano De color amarillo con estrellitas dulces aplastadas o granos de mimosa azucarados aplastados.
La trufa Shrek, o «tea-time» De color verde con pistachos verdes crudos mezclados o con polvo de té verde matcha (cuidado, los dos son un poco amargos, puedes mezclarlo con un poco de azúcar glas).
La trufa pura. De color blanco con coco rallado (o azúcar glas, ¡es demasiado sencillo!).
La trufa con cacahuete. De color beige con cacahuetes machacados.
Debes saber: Si deseas perfumar las trufas dispones de dos soluciones: espécialas con canela, en polvo (particularmente con pimienta de Szechuan), jengibre... o aromatízalas con aromas naturales de vainilla o de cítricos.
Ojo a la conservación
Para conservar las trufas el mayor tiempo posible lo mejor es ponerlas en una caja hermética cerrada y dejarla en la nevera o en un lugar fresco y sin olor. De esta forma, podrás guardarlas de 2 a 3 semanas. Y para una mejor degustación no olvides ponerlas un poco al fresco antes de degustarlas.
Si deseas lanzarte a la elaboración de verdaderas trufas totalmente de chocolate, échale un vistazo a nuestra receta de trufas de chocolate...
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