¿Qué arroz elegir para mi risotto?
¡No cabe ninguna duda de que el arroz a utilizar no puede ser un basmati! El risotto exige un arroz menos largo y más redondo que el que utilizamos habitualmente en la cocina. En efecto, en lugar de hervirse y escurrirse, el arroz se cuece a fuego lento impregnándose del caldo. Así, el arroz se libera del almidón, lo que permite obtener la textura untuosa de este plato.
Los arroces “especial risottos” más extendidos son: el “arborio”, el “carnaroli” y el “vialone”. Muy finos, son capaces de absorber el líquido del caldo sin hacerse puré. No obstante, cuidado con el arroz “arborio”, es el que menos líquido absorbe y por lo tanto el que menos sabor tiene...
¿Qué caldo echar en mi risotto?
Escoge el caldo en función del acompañamiento o la guarnición de tu risotto. Caldo de carne, de verduras, de pescado o court bouillon... Personalízalo función de tus apetencias. Natural o de sabores con algunos trozos de parmesano, escoge un caldo de pollo o de verduras de sabor picante.
¿Qué tipo de cacerola necesito para cocer el risotto?
Para cocinar un risotto, elige preferentemente una cacerola grande o una olla con tapadera. La cacerola, en aluminio o cobre por fuera, tiene que tener un fondo espeso y un revestimiento interior en acero inoxidable. Para mezclar, utiliza por supuesto una cuchara de madera.
¿Qué base poner en mi risotto?
También llamado “sofrito”, la base del risotto se compone, a elección, de: cebolla en láminas, ajo chalote, apio, puerro o zanahoria. Rehoga el ingrediente elegido antes de añadir el arroz. Una vez añadido y translúcido, añade un vaso de vino blanco seco (12cl) y una nuez de mantequilla al final de la cocción.
¿Cómo preparar un risotto?
Es muy fácil de cocinar. Se prepara en apenas tres etapas:
1. Rehoga el arroz en una cacerola con una cucharadita de mantequilla y hasta que se vuelva traslúcido.
2. Añade poco a poco el caldo. ¡Has de saber que hace falta el triple de caldo que de arroz! Y mezcla el arroz. Una vez que haya absorbido todo el caldo ¡está listo! La operación tiene que durar 20 minutos como máximo.
3. Fuera del fuego, añade el toque final: parmesano rallado, un poco de mantequilla o una cucharada sopera de crema líquida.
La guarnición de tu risotto se integra, ya sea desde el principio de la preparación (cuando rehogas el arroz no cocido) o aparte. En este último caso, cuece marisco y verduras diversas y añádelos cuando el risotto haya terminado su cocción, en el momento de servir.
¿Qué risotto cocinar?
- Natural o más sofisticado, el risotto va muy bien con el parmesano y el gorgonzola.
- Marisco: mejillones, almejas, gambas o calamares hacen estragos en un risotto en compañía de algunos tomates y cebollas doraditos. Azafrán: este plato pega perfectamente con el rape. El salmón ahumado y los langostinos igualmente están deliciosos en un risotto.
- ¡Las verduras, los guisantes, los espárragos y las alcachofas, componen el más sabroso de los risottos de primavera! Las setas, el tomate, los pimientos e incluso el berro dan un toque aún más especial a este plato.
- Prueba también las mezclas dulce-salado componiendo tu risotto con curry y piña, pollo y albaricoque, calabaza. Una punta de salvia será de sobra suficiente para realzar un el sabor de un risotto que había quedado un poco insípido.
¡El risotto es fácil de cocinar!
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