Los omega 3 y los omega 6 son ácidos grasos, o en otras palabras: lípidos. ¡Pero que no cunda el pánico! Estos dos compuestos son ácidos grasos no saturados y esenciales, es decir, que nuestro cuerpo no los fabrica de manera natural pero que son igualmente indispensables para su correcto funcionamiento. Los omega 3 y los omega 6, por tanto, no deben faltar en una alimentación equilibrada y saludable.
El Omega 3, indispensable en el crecimiento
El omega 3 es indispensable para el funcionamiento del organismo, ya que interviene en muchos procesos fisiológicos. Las necesidades estimadas de este ácido graso son 2 g para los hombres; 1,6 g para las mujeres; 2 g para las embarazadas y 2,2 para las mujeres en período de lactancia. Consumir pescado azul una vez a la semana como mínimo e incorporar nueces o semillas de lino a nuestra alimentación es la mejor forma de asegurarnos cubrir nuestras necesidades de este ácido. Entre sus propiedades están las siguientes:
- Interviene, con otros nutrientes, en el crecimiento y la integridad de la piel.
- Protege el sistema cardiovascular, ya que ayuda a la fluidificación de la sangre, diminuye la tasa de grasa que circula en las arterias (triglicéridos) y regula el ritmo cardíaco.-Interviene en el proceso antiinflamatorio.
- Facilita la absorción de las vitaminas A, D, E, K.
- Desempeña funciones circulatorias, musculares, digestivas, hormonales, inmunitarias, cerebrales y visuales.Puede actuar positivamente en casos de alzhéimer, estrés, ansiedad y depresión.
- Previene algunos tipos de cáncer.
El Omega 6, el mejor aliado del sistema inmunológico
El omega 6 es, como el 3, necesario para el organismo. Este ácido está presente sobre todo en los aceites vegetales de girasol, sésamo, maíz o soja, y también en los frutos secos como las nueces; o los aguacates. Su consumo recomendado diario es mayor que el del omega 3, ya que se recomiendan unos 17 g para hombres y unos 12 g para mujeres. Las propiedades del omega 6 son, entre otras:
- Tiene una acción antiinflamatoria, que mejora los síntomas de la artritis
- Es cardioprotector, ya que al hacer la sangre más fluida, reducen el riesgo de coágulos u trombos.
- Disminuye el colesterol malo.
- Ayuda a la formación de las membranas celulares, las hormonas y la retina.
- Ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
Aunque es importante consumir los aportes en omega 3 y omega 6 necesarios para el organismo, hay que vigilarlos y no abusar de ellos (como ocurre con el resto de nutrientes), ya que, por ejemplo, una excesiva fluidez de la sangre puede resultar peligroso, y un consumo elevado de grasas (aunque sean sanas) terminará por hacer que se aumente de peso. Y es que para mantener un buen estado de salud, lo más importante es incluir alimentos de forma variada en una dieta equilibrada y realizar, cómo no, algo de ejercicio moderado.
Fuentes en este estudio de la NIH, National Institutes of Health.
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