Un trocito de queso, un vasito de leche o un yogur de postre, ¿a quién no le gusta? Los lácteos son alimentos que no faltan en nuestra dieta diaria y es que, además de estar buenísimos, son complementos ideales para nuestra alimentación gracias al calcio y la vitamina D que contienen. Sin embargo, para algunas personas no son fáciles de digerir por culpa de la lactosa. Si eres de aquellas personas que sufre malabsorción de la lactosa, lee muy atentamente lo que te vamos a contar porque tenemos buenas noticias.
Normalmente cuando detectamos algún problema relacionado con la digestión de este tipo de alimentos, actuamos eliminando por completo el consumo de estos, pero se trata de un grave error. Antes de actuar, debes saber que omitir estos alimentos de nuestra dieta puede afectar a la mineralización de nuestros huesos ya que se trata de nuestra fuente principal de calcio.
Por ello, antes de nada, debes saber que no todos los productos lácteos cuentan con la misma cantidad de lactosa. ¡Eso sí! no te olvides de consultar a tu médico de cabecera para que conozca bien tu caso. No obstante, ¿sabes cuál es producto lácteo más aconsejable para tu salud digestiva? Efectivamente, el yogur. Te explicamos por qué.
¿Cómo ayuda el yogur a nuestra digestión?
Los expertos tienen en cuenta el grado de malabsorción de la lactosa que tiene cada persona y en base a eso recomiendan el consumo de lácteos como el yogur, en dosis fraccionadas a lo largo del día. Este lácteo, a diferencia de la leche, tiene dos grandes ventajas para facilitar la digestión, gracias a su fermentación.
- El yogur contiene menos cantidad de lactosa que la leche. Un vaso de leche contiene un total de 12 gramos de lactosa, mientras que un yogur tan sólo contiene 4 gramos.
- La actividad lactásica de las bacterias vivas que contiene el yogur, se suma a la lactasa que tenemos en nuestro organismo, ayudando a la digestión de la lactosa. Las bacterias del yogur ayudan a digerir su lactosa en el intestino.
- La viscosidad y textura espesa del yogur ayuda a retrasar el tránsito intestinal por lo que cuenta con más tiempo para que las bacterias del yogur actúen.
- Además, la cantidad de hidrógeno aspirado en test (gases) después de tomar yogur es menor que después de tomar leche.
Todos estos beneficios se suman a otros beneficios del yogur como su valor nutricional o la salud ósea. Suena genial, ¿verdad? Por todos estos motivos, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética asegura que la ingesta de yogur mejora la digestión de la lactosa.
Por tanto, si tienes malabsorción de este tipo de lactosa, puedes comer yogur sin ningún problema ya que te ayudará a mejorar la digestión de su lactosa.
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