Los problemas más frecuentes en bebés y niños durante el verano han sido reunidos por la pediatra Laura Álvarez y hoy los repasamos:
El golpe de calor
Se debe a la pérdida de agua y sales minerales causada por el exceso de calor. Los síntomas suelen ser cefalea, fiebre, mareo, vómitos e irritabilidad. Para evitarlo lo mejor es hidratarse con agua (desde los 6 meses), no salir durante las horas centrales del día y usar ropa ligera.
El corte de digestión
Su nombre técnico es el síndrome de hidrocución o shock termodiferencial. Ocurre cuando se da un descenso repentino de la temperatura corporal y sus síntomas son mareo, dolor abdominal y de cabeza, vómitos, paro respiratorio o desmayo entre los más comunes. Normalmente ocurre después de lanzarnos al agua fría cuando hemos tomado una comida copiosa, por lo que se recomienda dejar pasar 2 o 3 horas antes de meterse al agua.
Fotoprotección
No es propiamente una enfermedad si no una necesidad durante el verano. Para proteger a los niños del sol es importante evitar que salgan durante las horas centrales del día, usar ropa con UPF, llevar gorra y usar sombrilla si vamos a la playa. Para los bebés de 0 a 6 meses lo mejor es evitar la exposición solar. A partir de los 6 meses ya se les debe aplicar un filtro solar mineral.
Picaduras de mosquitos
De 0 a 2 meses solo se pueden tratar de evitar usando mosquiteras. A partir de los 2 meses y hasta los 12 se les puede aplicar repelentes naturales como la citronella. A partir de los 12 meses buscar repelentes adecuados para niños que contenga IR-3535. En los niños de 24 meses ya s puede empezar a aplicar repelente con DEET. Una vez ya se ha producido la temida picadura se puede lavar con agua y jabón e intentar que no se rasque. Hay diferentes fármacos que se pueden aplicar teniendo en cuenta la edad.
Sudamina
Este sarpullido típico del verano ocurre debido al calor y el sudor que obstruyen las glándulas sudoríparas. Lo mejor es evitar cremas hidratantes y dejar la piel fresca y seca. Vestir al niño con tejidos ligeros y no ajustados para que el bebé transpire y nunca abrigarle en exceso. Estos granitos rojos se pueden tratar con cremas de calamina u óxido de zinc que se compran en farmacias.
Otitis externa
Es la irritación del conducto auditivo externo debido a la retención de agua y humedad. Hay que secar bien la zona del oído con toalla e inclinando la cabeza, pero nunca usar bastoncillos. Lo único que podemos hacer para evitarla es reducir el tiempo de inmersiones o usar tapones. Los síntomas son dolor de oído, supuración, picor y sensación de tapón, pero no habrá fiebre ni mocos.
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Medusas
Al tocar una medusa puede producir picor, hinchazón, vesículas o pústulas. Hay que intentar evitar rascar la zona y lavar con agua marina. Aplicar frío local y acudir a ver al socorrista o al médico.