La ciudad de Saint- Étienne, al sureste de Francia, tiene desde hace un tiempo un encanto especial. Entre sus calles, que hablan de un desgastado pasado industrial, se esconden historias. La ciudad cobra vida gracias a la creatividad desbordada del artista callejero oakoak. ¡Mira algunos de sus increíbles diseños!
El joven francés afirma que desde que llegó a la ciudad quiso eliminar ese aura gris que la caracterizaba y comenzó a llenar de color y humor los elementos del paisaje urbano. El secreto del artista es mimetizar sus obras con cualquier rincón de la ciudad, para que se integre perfectamente en ella. El objetivo de sus obras es que la gente se pare a observar los elementos urbanos que, debido a la rutina, olvidamos que existen. Y a juzgar por los resultados, ¡está claro que lo consigue!
De un rasguño en la pintura de la pared surge el humo de cualquier fábrica y, de repente, el Gato Risón de Alicia en el País de las Maravillas reaparece acostado sobre un juego de sombras. King Kong lucha por su chica en lo alto de un improvisado rascacielos y Jack Nicholson nos lanza esa mirada de locura desde una brecha en una puerta. Con el arte de oakoak, la ciudad deja de ser un simple escenario de nuestras vidas para convertirse en el protagonista de la mejor de las rutinas.
Puedes seguir los diseños del artista en su página de Facebook y a través de su blog.
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