En nuestro país tenemos la suerte de que tanto en la península como en las islas encontramos calas que, al ser más pequeñas y menos accesibles, ofrecen una mayor privacidad y la maravillosa sensación de estar perdido en medio de una isla desierta. Aunque son menos numerosas que las anteriores, hay calas repartidas a lo largo de toda la geografía española. Os traemos una selección de las más paradisiacas y recónditas.
1. Cala El Frailecillo, Conil de la Frontera (Cádiz)
Con calas como esta es imposible no enamorarse perdidamente de Cádiz. Las calas de Roche presentan un paisaje único y un lugar donde perderse y estar aislado de otros visitantes, ya que tienen un acceso muy complicado, a través de escaleras incrustadas en la roca de los acantilados.
La cala El Frailecillo forma parte de las Calas de Poniente, un conjunto de siete calas vírgenes situadas en Conil de la Frontera. Es la más pequeña y solamente se puede acceder a pie y, lo más importante, está protegida del viento propio de esta zona. Como curiosidad, en esta bahía se puede practicar el nudismo y la pesca, ya que cuenta con rocas que facilitan esta actividad.
2. Cala del Moro, Peñíscola (Castellón)
Esta cala escondida en el mar Mediterráneo es ideal para disfrutar de un día de relax y de desconexión total. Ubicada en la Costa Azahar, intenta preservar su naturaleza al máximo, por lo que no ofrece servicios ni equipamientos para los usuarios. Tiene una extensión de 46 metros con 14 de ancho y está formada por bolos y rocas mayormente. Su buen clima mediterráneo y su agua tibia y cristalina te cautivarán.
3. Cala de Torrent de Pareis (Mallorca)
La isla de Mallorca es una de las preferidas por los turistas en verano. Miles de viajeros acuden a sus playas todos los años para combatir el calor y refrescarse con un baño en el mar. Uno de los lugares más impresionantes y de complicado acceso es la Cala de Torrent de Pareis, ubicada en el litoral de la Costa de Tramuntana. Con tres kilómetros de longitud, es una playa de grava donde la naturaleza no ha sido modificada por la mano del hombre.
Para hacer de esta visita una experiencia única, es recomendable acceder en barco desde el puerto de Sóller, ya que es un trayecto de impresionantes paisajes que bordea la costa norte de Mallorca.
4. Cala del Moraig, Benitachell (Alicante)
La cala del Moraig está ubicada en el municipio alicantino de Benitachell. Con 500 metros de longitud, se caracteriza por su entorno rocoso, sus distintos tonos azules del agua y su belleza natural. A diferencia de otras calas, ofrece los servicios propios de un gran arenal, como tumbonas o socorristas.
Situada a los pies de un extraordinario acantilado, es un gran atractivo no solo para los bañistas, sino también para los que practican el submarinismo, ya que aquí se encuentra la Cova dels Arcs, una cueva acuática constituida por las aguas del mar y un río subterráneo.
5. Cala Treumal, Blanes (Girona)
Está situada al norte de Blanes y rodeada del Jardín Botánico Pinya de Rosa, un bosque de pinos declarado Paraje Natural de Interés. Tiene más de 100 metros de arena dorada y sus aguas tranquilas y poco profundas suponen un atractivo para los bañistas. Además, la playa cuenta con todos los servicios necesarios para pasar un día de playa.
Es recomendable aprovechar la estancia para hacer una visita a la cala Santa Cristina, separada de la Cala Treumal por una gran roca.
6. Cala Waikiki (Tarragona)
También en Cataluña se encuentra la impresionante Cala Waikiki o Cala Fonda. Pasar un día en esta playa es una aventura que comienza desde el primer momento, ya que su acceso requiere atravesar el bosque de pinares de La Marquesa.
Esta zona mantiene su estado virgen, con un arenal que forma montículos y cuevas para descubrir y perderse en ellas. En este marco natural es fácil despreocuparse de todo, incluso de que alguien te pueda ver desnudo, ya que es una playa donde practicar el nudismo no supone ningún problema.
7. Cala Saona (Formentera)
A pesar de su reducida extensión, la isla de Formentera alberga algunas de las calas más impresionantes de España. Una de ella es la Cala Saona, enclavada entre dos acantilados y un denso pinar. En esta cala se puede practicar el buceo o el snorkel gracias a sus aguas cristalinas que permiten observar y descubrir los tesoros del fondo marino.
8. Cala Galdana (Menorca)
Otra cala ubicada en las Islas Baleares es la de Galdana, en Menorca. Aunque es la playa turística más transitada de la costa sur de la isla, merece una visita, ya que es un enclave espectacular de arena blanca y aguas transparentes. Al contar con una longitud superior a los 400 metros, ofrece una amplia zona baño, por lo que está preparada para acoger a cientos de personas.
Para viajes en familia ofrece todas las comodidades necesarias para pasar un día con los más pequeños: tiendas, quioscos, tumbonas y chiringuitos.
9. Cala Salada (Ibiza)
Al pensar en Ibiza viene a la mente la vida nocturna y los miles de turistas procedentes de todas partes del mundo. Sin embargo, lejos del agitado ritmo ibicenco, se encuentran calas y playas donde pasar unos días de desconexión total. Una de las más destacables es Cala Salada, un tesoro natural ubicado entre acantilados y pinos y bañado con aguas de un inconfundible azul turquesa. El acceso está facilitado por carreteras, por lo que se puede ir en coche.
10. Cala de Enmedio (Almería)
En el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar se encuentra la Cala de Enmedio, una playa de impresionante belleza de arena y rocas blancas y agua color esmeralda. Gracias a ello, en 2012 fue elegida por la Guía Repsol como el Mejor Rincón de Andalucía.
La Cala de Enmedio es una visita obligada si lo que buscas es un entorno natural y tranquilo. Se puede visitar recorriendo un sendero de menos de 2 kilómetros desde el aparcamiento de la Cala del Plomo.
11. Playa de Mataleñas, Cueto (Santander)
Más de 150 escalones separan esta playa de la ciudad. El esfuerzo que pueda suponer llegar hasta ella merece la pena porque Mataleñas es una de las playas paradisiacas más espectaculares de Santander. La simbiosis del paisaje y la naturaleza hace que en la temporada estival reciba la visita de cientos de turistas. Es una de las calas más bellas de España, con unos 125 metros y frecuentada, sobre todo, por familias.
12. Playa de Juncal, Agaete (Gran Canaria)
Rompiendo con la imagen de arena fina y dorada de las calas, las playas de Gran Canaria ofrecen un paisaje rocoso totalmente diferente. La Playa de Juncal destaca por su belleza salvaje, donde la presencia de la mano humana es inexistente, compuesta de piedras y aguas tranquilas, en la que es imposible resistirse a un baño relajante.
13. Playa de Mi Señora, Cedeira (A Coruña)
En el municipio de Cedeira se encuentra Mi Señora, una cala virgen de sosegadas aguas. Su difícil acceso impide llegar a pie, por lo que es mejor hacerlo en barco. Debido a ello, el nivel de ocupación es bajo, por lo que supone una elección ideal para disfrutar de la mayor privacidad en un entorno incomparable.
14. Playa de Poo, Llanes (Asturias)
Para terminar de recorrer la geografía española, finaliza la lista la Playa de Poo, en Llanes. Se trata de una cala de peculiar estructura, ya que desde su arena no se puede divisar el mar, sobre todo en marea baja. Está ubicado en un entorno idílico entre acantilados, acordonada por praderas verdes y rocosas.
Contenido elaborado en colaboración con Sercotel Hoteles.
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