Los signos de expresión forman parte de la personalidad de cada mujer. La sonrisa, la mirada, los gestos… Sin embargo, con el paso de los años, estos pueden convertirse en arrugas y marcar el rostro para siempre. Y es que envejecer es inevitable.
Aunque, por lo general, es una consecuencia que suele darse en las mujeres a partir de los 40 años, las arrugas de expresión, sin los cuidados adecuados, también pueden surgir en la adolescencia. Porque esas temidas líneas que se marcan en la frente, bajo los ojos o sobre el labio (el famoso código de barras) no entienden de edad.
“Detrás de cada piel hay mucho de genética, pero también de cuidado, a través de hábitos de vida saludables y por supuesto, de tratamientos específicos”, afirma la directora de Germaine Goya, Carmen Díaz. La experta en belleza señala que una alimentación sana a base de antioxidantes, vitaminas, minerales y proteínas, unida a técnicas médico estéticas de última tecnología y cosmética especializada para cada tipo de piel, es la clave para hacer frente al fotoenvejecimiento.
Factores que favorecen la aparición de las temidas líneas de expresión
El sol es uno de los principales factores externos que afecta al envejecimiento de la piel. Pero no el único. El tabaco, el alcohol, una mala alimentación o el estrés son otras de las causas que inciden directamente en la aceleración de este proceso.
“La excesiva exposición al sol reseca la dermis y la hace menos elástica por lo que ayuda a la aparición de líneas de expresión”, asegura Carmen Díaz. La especialista aconseja proteger la piel, incluso en invierno, hidratarla por dentro y por fuera (imprescindible tomar como mínimo seis vasos diarios de agua) y elegir técnicas médico estéticas de última tecnología que consigan atenuar los signos de edad. “Ya no es necesario pasar por el quirófano para rejuvenecer tu rostro. Existen alternativas reales no invasivas con resultados inmediatos y sin efectos secundarios”, afirma Carmen Díaz.
Factor de crecimiento epidérmico o EGF, lo último en la lucha contra el envejecimiento celular
La cantidad de EGF presente en el cuerpo determina la producción de colágeno, el componente encargado de aportar elasticidad y firmeza a la piel. A partir de la biotecnología, se potencia esta proteína natural, que ya está presente en el organismo y que, por tanto, solo hay que activarla. “Al igual que con una herida, los activadores celulares son también los encargados de estimular la regeneración cutánea, tan solo hay que producirlos e introducirlos en la piel para obtener un intenso efecto rejuvenecedor”, explica Carmen Díaz.
Si además al factor de crecimiento EGF se le suman los beneficios del ácido hialurónico mediante mesoterapia virtual, que adelanta a la inyectada, al realizarse mediante corrientes y electroporación, pero con los mismos principios activos, los resultados serán sorprendentes. “Los resultados son evidentes. 100% de arrugas atenuadas, 85% de desaparición de líneas de expresión y 90% de piel más firme, son algunas cifras que así lo avalan”, aclara.
Radiofrecuencia facial como alternativa a la intervención quirúrgica
Sin agujas ni cicatrices. A partir de las propiedades regenerativas del calor. “La radiofrecuencia genera calor en la zona tratada, actuando sobre los tejidos y estimulando la circulación sanguínea y la formación de colágeno y elastina”, aclara la especialista, quien asegura que su resultado es similar al de un lifting, ya que produce efecto tensor inmediato en la dermis, consiguiendo un verdadero rejuvenecimiento facial.
No hay que temer al paso del tiempo. Sonríe a la vida, sin miedo. Y no te preocupes por las líneas de expresión. Porque, al final, las personas felices son las que irradian belleza.
Contenido elaborado en colaboración con Carmen Díaz, directora del centro de estética Germaine Goya de Madrid.
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