Tras el verano, las pequeñas arrugas y líneas de expresión suelen ser más visibles, puesto que la piel queda mucho más seca y apagada después de estar tan expuesta a la radiación solar y a las altas temperaturas. Para lograr que la piel recupere su aspecto radiante y eliminar definitivamente los daños causados por el sol, lo mejor es combinar, en un mismo tratamiento el bótox y el ácido hialurónico. Así, de un plumazo conseguiremos lucir una piel resplandeciente y visiblemente más joven, ¡y sin pasar por el quirófano!
Con estos tratamientos, logramos tratar las arrugas dinámicas del tercio superior del rostro, regenerar el colágeno, hidratar la piel y disminuir pequeñas arrugas. El tratamiento de toxina botulínica ayuda a suavizar las arrugas de expresión de frente, entrecejo y área periorbicular (patas de gallo), mientras que el ácido hialurónico regenera parte del volumen perdido estimulando la formación de colágeno, atenúa ligeramente las pequeñas arrugas, moldea el contorno facial y puede usarse también para perfilar e hidratar los labios.
Esta combinación de tratamientos está indicada para atenuar los signos del paso del tiempo, además de hidratar la piel y corregir pequeños defectos faciales, proporcionando a su vez elasticidad y dotando al rostro de un volumen natural.
Así, con unos resultados inmediatos, conseguimos proporcionar a la piel del rostro la elasticidad, flexibilidad y el aspecto de buena cara que ha perdido con el paso del tiempo.
Podrás realizarte el tratamiento antiedad más adecuado a tu tipo de piel en cualquiera de los centros Hedonai.
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