Cristina de Hoyos, dermatóloga y Directora Técnica de Clínicas Ceta, nos trae las últimas novedades en el terreno de los cuidados antiedad: el bótox en crema.
El uso de la toxina botulínica ha permitido disminuir las arrugas y líneas de expresión, al paralizar parcialmente los músculos de del tercio superior de la cara. Su efecto dura aproximadamente 6 meses y a medida que se inyecta, van mejorando las arrugas asociadas a los movimientos de expresión. El principal problema que existe, y que en ocasiones impide su uso, es el hecho de que su forma de aplicación es únicamente inyectada, lo cual hace que muchos pacientes descarten su uso.
Este miedo en muchas ocasiones está provocado por los malos resultados que vemos en otras personas, principalmente en las famosas, que no saben cuándo parar con sus operaciones estéticas, o insisten en buscar resultados demasiado artificiales.
Recientemente se han presentado en el Congreso de Dermatología de la Sociedad Americana, los estudios llevados a cabo en un laboratorio con toxina botulínica en crema. Los resultados en cuanto a seguridad y eficacia son amplios y con buenas perspectivas. Se sabe que sólo podrá ser prescrita por médicos y aplicada por los mismos en consulta. Su efecto será de aproximadamente 3-4 semanas.
A pesar de este avance, aún queda pendiente finalizar los estudios y que por fin se comercialice la crema, primero en EEUU y a continuación en Europa. Hasta entonces, seguiremos beneficiándonos de la toxina botulínica inyectada que tan buenos resultados nos ha dado hasta ahora.
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