Si eres de las que sienten pánico a los quirófanos y, por ello, has tenido que renunciar a operarte el pecho, quizás breastox pueda ser una solución alternativa. Este nuevo método consiste en la aplicación de una serie de inyecciones de bótox en el pecho para elevarlo y, supuestamente, conseguir una talla más sin tener que recurrir a la cirugía. Según explicó la doctora británica Neetu Nirdosh al Daily Mail, tan solo con una sesión de solo 30 minutos, una mujer puede pasar de talla A a una C. ¿Sorprendente, no?
Países como China o Japón, en los que las mujeres se rinden ante el bisturí con el único fin de occidentalizar sus rasgos, esta técnica ha sido todo un descubrimiento. En el caso de Europa, gracias a la intervención de la doctora Neetu Nirdosh en el medio británico, hemos podido saber que breastox "es el tratamiento ideal para aquellas mujeres que han sufrido la caída del pecho después del embarazo o por el paso de los años, o bien para las que tienen arrugas marcadas en el escote, fruto del daño solar". Por lo visto, algunas celebrities que se pasean por las alfombras rojas ya lo habrían probado. En cambio, en España todavía no se ha tenido la misma notoriedad, ya que no se ha dado a conocer, por el momento.
¿Qué dicen los expertos?
Antes de tomar la decisión sobre cualquier tipo de cirugía o intervención, es preciso conocer en qué consiste exactamente y los efectos que puede causar. En este caso, la intervención se basa en inyectar bótox en cada músculo pectoral, en el pliegue que está debajo de la mama, para ser más exactos. La aguja que se emplea para ello es la misma que se utiliza para poner bótox en la cara. Según aseguran, no es doloroso y el proceso apenas lleva 10 minutos.
¿Es apto para todos los bustos?
El fin de estas inyecciones es relajar la porción inferior del músculo pectoral para que la superior tire hacia arriba, elevando el pecho. Pero ¿es cierto que logra aumentar el tamaño del seno? Por lo que afirman los expertos, resulta imposible que eso ocurra, ya que el bótox lo único que hace es elevar el músculo, no rellenar el seno. Este es uno de los motivos por los que esta técnica ha sido tan bien acogida en los países asiáticos, ya que las mujeres cuentan con un busto más pequeño, por lo que resulta factible ver un resultado favorable gracias al bótox. Sin embargo, las mujeres con distintas proporciones no conseguirían los resultados esperados.
Los pros y los contras de Breastox
Como todo en la vida, esta tendencia tiene aspectos favorables y desfavorables. Antes de decantaros por el bótox o el bisturí, debéis conocer esta información. Una de las ventajas más destacadas de breastox es que eleva el pecho de forma inmediata, evitando pasar por el quirófano, sin cicatrices, ni postoperatorios. Por otro lado, si comparamos la cantidad de bótox que se emplea para tratar las arrugas del rostro, en el caso del pecho es mucho menor.
Ahora llegan los inconvenientes, y es que lo que no debéis obviar es que los resultados de esta práctica ¡son transitorios y reversibles!, pues no duran más allá de cuatro meses. Lo cierto es que este aspecto podría ser considerado como algo positivo, ya que si el tratamiento no hubiese cumplido las expectativas iniciales, no tendrían que volver a intervenir para solventarlo. Pero eso si, si estás satisfecha con los resultados y deseas mantenerlos, tendrás que repetir las inyecciones cada seis meses, con el correspondiente coste que esto conlleva, alrededor de unos 600 € por sesión. Una vez conocidos los pros y los contras, lo más sensato es consultar este tema con los profesionales antes de decidirte por uno u otro método. ¿Vosotras por qué os decantáis, bisturí o bótox?
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