La que hasta ahora ha sido la Secretaria del Distrito de Hortaleza, se encuentra ahora de baja por ansiedad y a la espera de que el Ayuntamiento de Madrid le asigne un nuevo puesto. Como técnica de la Administración General en su rama jurídica, ha sido durante diez años la responsable del Área de Servicios Jurídicos y otros dos donde, además, ejercía como secretaria. 12 años de dedicación a la función pública para ahora enfrentarse a una destitución por el simple hecho de ser madre.
La trabajadora afectada tuvo un hijo hace dos años, pero nunca ha pedido una reducción de jornada ni ninguna otra medida de conciliación de la vida laboral y familiar. Siempre ha cumplido con su horario, fijado por el Ayuntamiento de ocho de la mañana a tres y media de la tarde, además de acudir a otras labores correspondientes con su puesto como los consejos de seguridad o territoriales. Jamás se notificó una ausencia, al contrario que sus predecesores en el cargo. Se trata, en definitiva, "de un caso de discriminación que atenta contra los derechos laborales", según ha expresado Jaime Lissavetzky, portador local del PSOE, el partido de la oposición.
¿Qué duda cabe? De hecho, el propio Donesteve aseguró en el pleno que la mujer afectada: “es una funcionaria recta, honrada, que ha hecho muy bien su trabajo. Gracias a ella ha aumentado más del 50% la producción administrativa del departamento jurídico”. ¿Entonces? ¿Cuál es el problema? Según se puede deducir de sus propias declaraciones, el problema son los intereses particulares del propio edil ya que “como en este mandato me quedan solo ocho meses como máximo, quiero obtener la máxima eficacia por parte de toda la Junta Municipal del Distrito y, como jefa de oficina, una de sus misiones es que todos los trabajadores que la integran rindan al máximo".
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“Ella prefiere conciliar su vida personal y familiar, pero yo necesito el máximo rendimiento y el máximo número de horas de trabajo que se puedan prestar”, sentenciaba el concejal. ¿Por qué en 2014 una mujer que cumple con su trabajo tiene que ser cesada por ser madre? Además, estamos hablando del entorno laboral público, donde se supone que la conciliación familiar es un hecho aunque con casos como este no parece que estemos avanzando en cuanto a los derechos laborales, más bien todo lo contrario. La crisis económica sirve como excusa para pedir más horas de dedicación al trabajo y aprovecharse así del miedo al cese o al despido. Las mujeres son las que más expuestas están, ya que la maternidad sigue siendo vista como un problema que afecta a la productividad de la trabajadora en lugar de ser una situación ligada a su vida personal e intimidad por tanto, no es un punto a favor en su curriculum... ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar estas injusticias?