Un nuevo neologismo laboral se ha acomodado entre nosotras. Las jornadas de trabajo interminables o el estar pendientes del mail o el teléfono incluso fuera de nuestro horario laboral son dos de las dinámicas en las que hemos entrado sin tener que hacerlo realmente. Cumplir los objetivos o llegar a todo aquello que nos piden los directivos son algunos de los motivos por los que optamos por invertir horas de nuestro tiempo libre en el trabajo, algo que hace imposible una vez más la conciliación laboral.
El blurring influye a uno de cada tres trabajadores españoles, y es que España se ha convertido en el primer país de Europa en sufrir este fenómeno seguido de cerca de Italia, Alemania, Francia y Gran Bretaña. Quienes lo sufren han afirmado haber dedicado horas de trabajo a los fines de semana, bien sea checkeando el mail o contestando llamadas de teléfono.
La línea que separa la jornada de trabajo de su tiempo de ocio o personal es muy delgada y en muchas ocasiones se sobre pasa sin apenas darnos cuenta. Según un reciente estudio realizado por lastminute.com, un 73% de los trabajadores ha notado como su tiempo libre ha ido disminuyendo en los últimos años mientras que un 47% dice tener un "exceso de trabajo".
Pero los datos son contundentes y afirman lo que se respira en la sociedad y es que hoy tenemos que hacernos eco de datos como que 1 de cada 4 trabajadores aseguran revisar su correo durante sus vacaciones al menos una vez al día. Incluso existen datos que nos dejan heladas, y que quizás hasta nosotras mismas lo hemos vivido alguna vez en nuestra vida laboral, como que el 22% de los trabajadores se siente culpable por coger todos los días de vacaciones que le están permitidos por ley.
La era digital es beneficiosa o perjudicial para nuestra salud laboral
Nos preguntamos por tanto si la llegada de las nuevas tecnologías se ha convertido en un arma de doble filo: por un lado, el adelanto que ha supuesto para facilitar cualquier tarea laboral, la disponibilidad inmediata de información, la búsqueda de la misma y un millón de etcéteras más pero por otro lado, supone el poder estar disponible las 24 horas del día. Notificaciones de mail, llamadas, video conferencias, apps para el móvil para llevar la oficina encima...
Algo que podemos traducir en datos ya que un 51% de los encuestados afirman que los dispositivos digitales han mejorado su autonomía, un 49% su calidad laboral y relación con los clientes... pero en contraprestación causan mucho estrés.
Parece ser que consecuentemente el blurring sobre todo afecta a las personas de unos 35 de años, que conforman el 45%. Su traducción literal sería algo así como "desenfocado", "difuminado", "desdibujado" haciendo referencia a la casi imperceptible línea divisoria que separa la vida laboral de la personal y familiar. Como conclusión de dicha encuesta el 40% de los trabajadores encuestados se ha planteado cambiar de trabajo y han afirmado que en su nuevo puesto lo que más valorarían sería el ambiente de trabajo seguido de la conciliación, flexibilidad horaria y expectativas profesionales. ¿Sigue siendo por tanto la conciliación un sueño?
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