Taryn Brunfitt no siempre ha tenido la fortaleza que demuestra en esta campaña para cambiar la visión del cuerpo femenino. Un día ella también odiaba su cuerpo y por eso hizo todo lo posible hasta obtener un cuerpo perfecto. Sin embargo, se dio cuenta de que tener un cuerpo diez no le daba la felicidad; ella era más feliz con las medidas de una mujer real.
Para Brunfitt el problema de que muchas mujeres no estén contentas con su cuerpo no está en la apreciación que tenemos de él. Lo que vemos es real y puede gustarnos o no gustarnos. Para ella, la base del problema está en la percepción del canon de belleza que la sociedad nos obliga a seguir. ¿Qué pasa si no tenemos un cuerpo perfecto? ¿Por qué un cuerpo 90-60-90 tiene que ser el ideal de belleza? Ya es hora de querernos a nosotras mismas y cambiar los estereotipos. ¡Atenta al vídeo!
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