La felicidad está en las cosas más simples. Es algo que sabemos pero que en muchas ocasiones olvidamos cuando tenemos a nuestro alcance todas las comodidades. Pensamos que nuestros hijos tienen que tener los últimos juguetes o disponer de las nuevas tecnologías para ser felices. A menudo, tendemos a darles todo cuanto está en nuestra mano y olvidamos que la imaginación de los pequeños es todo cuanto necesitan para ser feliz.
Ese es el mensaje que nos transmiten estas fotografías que nos recuerdan lo bonito que es ser niño. En países como Indonesia, la propia naturaleza se convierte en el mejor parque para pasar la tarde. Saltos en las cascadas o juegos con los animales hacen felices a los más pequeños de la zona. Una caja de cartón puede convertirse en el balón de los campeones y un bidón oxidado en el mejor escondite.
Está claro que hay deportes universales como el fútbol. Lo mismo se puede disputar un partido en una playa peruana como puede ser el deporte rey en un colegio de Myanmar. ¿Y qué podemos decir de saltar a la comba? Seguro que muchas de vosotras recordáis aquellos recreos saltando al son de alguna canción. También las niñas de Sudáfrica o Indonesia lo hacen.
A nosotras nos ha encantado descubrir que la felicidad está en cualquier parte y que la inocencia no entiende de pobreza, fronteras ni otras miserias. ¿Qué te parecen estas maravillosas fotografías?
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