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Elegir la abstinencia como método anticonceptivo
Abstenerse permite no contraer embarazos no deseados, practicar otras caricias genitales y la penetración anal. Aun así, hay que recordar que con estas prácticas se pueden contraer ETS. Se trata de un concepto que no tiene en cuenta las necesidades de la pareja y, a menos que se proceda de una familia tradicional y autoritaria, es extraño que la abstinencia sólo se elija para evitar el riesgo de embarazo.
Elegir la abstinencia por motivos religiosos
En la religión católica, los sacerdotes y los frailes deben hacer voto de castidad, es decir, se abstienen de las relaciones sexuales obedeciendo a la ley de castidad que prohíbe todo tipo de relación sexual fuera del matrimonio.
Los más creyentes y practicantes también creen que no hay que tolerar las relaciones sexuales antes de que la pareja contraiga matrimonio. Sea por propia decisión o por la presión de la familia, hay parejas jóvenes que respetan dicha tradición para hacer honor a su religión y creencias. En Estados Unidos hay adolescentes que incluso prestan juramento antes Dios y sus padres y materializan dicha promesa en un anillo de pureza que mantienen en el dedo índice. Sólo los protagonistas pueden responder a la inevitable pregunta de si se trata de una tendencia o una auténtica convicción.
La asexualidad
La asexualidad es la orientación no sexual que eligen aquellas personas que no sienten ningún tipo de atracción. Representan aproximadamente el 1 % de la población y no sienten deseo alguno. No están presionadas ideológica ni religiosamente, tampoco por cuestiones físicas. Su ausencia de libido es natural y no les impide vivir en pareja con total normalidad.
Decidirse por la abstinencia
En una época en la que la sexualidad parece banalizarse (¿demasiado?) y en la que el acto amoroso parece basarse únicamente en el concepto de rendimiento, es extraño asumir la ausencia de relaciones sexuales. Podría tratarse de un nuevo modo de reaccionar ante el exceso de sexo en el entorno cotidiano, de haber llegado al límite, de simplemente no hacer lo mismo que el resto del mundo o de pasar de el qué dirán.
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