Según la Administración de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), las medicinas que se obtienen sin receta médica son seguras y efectivas, siempre y cuando se usen de la manera indicada. Sin embargo, si no se tienen en cuentan las condiciones de salud específicas de cada persona o se toman en exceso, pueden causar serios problemas. Por eso, es importante ser serios respecto al consumo de esos medicamentos a los que se recurre para mitigar el dolor o reducir la temperatura corporal. Te hablamos de los riesgos de algunos de los medicamentos más comunes y, como verás en nuestra galería con consejos para vivir más y mejor, te recomendamos no abusar de ellos y tomarlos bajo prescripción médica. De esta forma tu consumo será responsable y reducirás los riesgos.
Ibuprofeno
El ibuprofeno se trata de uno de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) más utilizados para aliviar todo tipo de dolores, sin embargo, tiene sus peligros. En concreto, y según un estudio dirigido por el Hospital Universitario Gentofte de Copenhague, su consumo incrementa en un 31% el riesgo de paro cardiaco. No obstante, concluyeron que el AINE más peligroso es el diclofenaco, pues aumenta el riesgo hasta el 50%. Una de las explicaciones para esto, según los autores, es la agregación de plaquetas que provocan coágulos, hacen que las arterias se estrechen y con ello aumente la presión sanguínea. En cuanto al más seguro, se determinó que es el naproxeno.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recomienda a los pacientes con enfermedades cardiovasculares graves no tomar más de 2.400 mg de ibuprofeno al día.
Paracetamol
Entre los analgésicos de uso más común encontramos el paracetamol. Aunque comparte propiedades analgésicas con el ibuprofeno, este no es un antiinflamatorio. Se utiliza para calmar el dolor y como antipirético, es decir, para reducir la fiebre. Es importante tener en cuenta que no se debe consumir más de 4.000 mg al día, ya que una dosis excesiva de paracetamol puede causar insuficiencia hepática. Además, desde la FDA también han alertado que se ha asociado con el riesgo a reacciones poco comunes pero serias en la piel, como el síndrome de Stevens-Johnson o la necrólisis epidérmica tóxica.
Omeprazol
Uno de los medicamentos más consumidos en España es el omeprazol. Los médicos han alertado en varias ocasiones sobre un consumo excesivo de este antiulceroso y sobre la falsa creencia de que se trata de un protector estomacal. En realidad, el omeprazol es un inhibidor de la bomba de protones de la superficie gástrica y ayuda a reducir el ácido que produce el estómago. Está indicado para el tratamiento de la úlcera duodenal, el síndrome de Zollinger-Ellison y otras afecciones en las que el estómago produce ácido de forma excesiva, así como para su prevención. Sin embargo, suele utilizarse para tratar la acidez estomacal frecuente, pero no debe tomarse de forma puntual para aliviar los síntomas de un exceso de comida o bebida. Su uso inadecuado puede derivar en diarrea grave, déficit en la absorción de algunas vitaminas como la B12 y, aunque sea menos frecuente, se relaciona con un incremento del riesgo de fractura de cadera, vertebral o de muñeca. Además, si detrás de los problemas gástricos se esconde alguna enfermedad más grave, al eliminar los síntomas con este medicamento, se retrasaría el diagnóstico de la misma.
¿Nuestro consejo? Tomarlos siempre bajo recomendación médica.
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