Artículo elaborado por Juan Carlos Montero Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA
No es raro que las uñas de los pies adquieran con el paso del tiempo un aspecto mucho más deteriorado. Una uña sana es la que podemos percibir aparentemente rosada, brillante y dura. De lo contrario, si no la percibimos de esta manera, es probable que nuestra tenga una serie de problemas que debemos detectar para evitar problemas mayores.
Agentes como el calzado que acostumbramos a llevar, problemas vasculares o algún tipo de traumatismo en los pies pueden condicionar el crecimiento y, por consiguiente, afectar a las propias células que conforman las uñas de nuestros pies. De este modo, se ve afectada la forma, el color y la textura, que son los principales factores que nos señalan que algo no anda bien. Por ello, desde COPOMA, te hablamos de las afecciones más comunes que pueden darse en tus uñas y las señales que te permitirán poner solución a los problemas.
Hongos
Existen casos en los que las uñas de los pies se ven afectadas por un hongo conocido como Onicomicosis. Se trata de una infección de lo más contagiosa y propia de los meses de verano en los que se frecuentan zonas húmedas o en las que las altas temperaturas nos provocan exceso de sudoración.
Uña encarnada
La uña encarnada es una de las alteraciones que se dan con mayor frecuencia. El límite de la carne del dedo que rodea la uña se incrusta sobre ella, provocando enrojecimiento y dolor en la zona debido a la inflamación que se genera a su alrededor. Esta afección suele darse, sobre todo, en la uña del dedo gordo. Aunque tiene un fuerte componente genético, puede evitarse con la utilización de un calzado correcto y las visitas periódicas a los profesionales de la Podología. Es decir, la prevención es esencial en este caso.
Uña atrófica
En ocasiones más reducidas, debido a traumatismos o infecciones, así como por consecuencia de una alteración congénita de las uñas, puede darse lo que se conoce como uñas atróficas. Las uñas afectadas no llegan a crecer del todo, por lo tanto, su tamaño es mucho más reducido que el de un uña normal y tu textura suele ser demasiado blanda.
Problemas de salud relacionados
- Muchos de los problemas que se dan en nuestras uñas son el reflejo de un problema de salud pueden ser relacionados con:
- Si padecemos diabetes o fiebre muy alta, pueden aparecer unas líneas con dirección horizontal a lo largo de toda nuestra uña.
- Las uñas frágiles en exceso pueden ser sinónimo de padecer algún tipo de problema en las glándulas tiroides.
- El color amarillento que adquieren nuestras uñas está ampliamente asociado con problemas en el riñón o en caso de que adquieran un tono marrón podemos hablar de fallo renal.
- Muchas personas que padecen anemia padecen las conocidas uñas cuchara, que han adquirido una forma curva debido a la fragilidad que adquieren las mismas. No obstante, esta forma también tiende asociarse con problemas cardiovasculares y de hipotiroidismo.
Por todo ello, en el momento que percibamos que nuestras uñas se ven alteradas y no disponen su estado natural, debemos prestarles especial atención. De hecho, es recomendable que acudamos al Profesional de la Podología para que pueda indicarnos donde está la raíz del problema del estado de nuestras uñas. Además, acorde con el diagnostico, nos implantará un tratamiento que ponga punto y final a nuestros problemas.
Debemos tomar conciencia de la importancia de mantener nuestros pies siempre atendidos y en manos de profesionales que eviten que se desarrollen alteraciones más graves que puedan desencadenar en la necesidad de llevar a cabo una reconstrucción o intervenciones quirúrgicas.
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