La presbicia o vista cansada no es más que la pérdida natural de la flexibilidad que sufre el cristalino con el paso de los años, y que produce dificultades para enfocar los objetos más próximos. Se empieza a manifestar a partir de los 40 años y los primeros síntomas los vemos cuando empezamos a notar que ya no enfocamos bien los objetos cercanos, como la carta de un restaurante o la etiqueta de un producto en el supermercado.
La presbicia se desarrolla en mayor o menor medida en todas las personas. Al tratarse de una evolución natural de nuestros ojos no se puede prevenir, pero podemos hacerle frente con las lentes adecuadas. Hablamos, por supuesto, de lentes progresivas, que han evolucionado formidablemente en los últimos años.
Hemos hablado con los expertos de Varilux sobre cómo han cambiado los hábitos de esta generación X, a día de hoy présbita y cómo la tecnología nos ayuda en este sentido. "La multitarea y el espíritu inconformista y aventurero de la generación hace que necesiten una solución visual acorde a su ritmo de vida" nos cuentan. Antes, teníamos lentes con otra pequeña lente dentro para ver de cerca desde ella. Luego las lentes fueron llegando a las progresivas, pero no eran del todo cómodas. Ahora "ya no es necesario buscar el punto de visión ideal en la lente", explican en Varilux. "Tras 5 años de investigación, acabamos de sacar un modelo que permite ver al mismo tiempo el ordenador y el Samrtphone, sin necesidad de mover la cabeza2. Se llaman X Series y prometen ser toda una revolución. "Hemos mejorado la visión al alcance de los brazos, manteniendo la calidad en la visión de lejos" concluyen los expertos.
Así las cosas, ya no parece tan espantosa la noticia de tener la vista cansada. Sólo hace falta una buena montura y... ¡A disfrutar!
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