Cuando pensamos en la higiene de nuestra boca y nuestros dientes, a menudo solo nos preocupan las caries, las manchas, los dientes amarillos y, en general, la estética de nuestra sonrisa, pero hay muchos otros problemas que pasan desapercibidos porque, quizás, ya estamos habituados a convivir con esas pequeñas molestias y les restamos importancia. Hablamos de problemas como el sangrado de las encías o la sensibilidad dental. Si cuando tomas una bebida con hielo o un café muy caliente te duelen los dientes, debes saber que necesitas un tratamiento adecuado para dientes sensibles y que tus hábitos de limpieza cotidianos pueden estar teniendo el efecto contrario, dañando aún más tus piezas dentales.
Por este motivo, es muy importante que se utilicen pastas de dientes, cepillos y otros productos adecuados a cada persona y su sintomatología, porque no todos valen para todo. Las revisiones periódicas al dentista son necesarias para mantener siempre unos dientes sanos y una sonrisa perfecta. Este especialista es el que te puede recomendar los mejores productos para tus problemas dentales. Nosotras hemos hecho un resumen de lo más importante que debes tener en cuenta cuando compres una pasta de dientes o un cepillo, entre otras claves que seguro no sabías que influyen en la salud de tus dientes.
1. A tus dientes les importa lo que comes
Seguramente ya sabes que el azúcar es malo para tus dientes, pero no es el único ingrediente que puede provocarte problemas bucodentales. ¿Habías oído hablar del ácido de los alimentos y las bebidas? Los refrescos, el vino, el té, algunas frutas y verduras o el vinagre contienen ácidos naturales que erosionan el esmalte de los dientes, y como consecuencia, aparece el dolor, los dientes amarillos o descoloridos. Y…¡que no te cuenten milongas porque el esmalte que se pierde no se vuelve a recuperar! El dentista es la persona adecuada para que te indique qué alimentos debes consumir con más moderación por su acidez, entre ellos te adelantamos que está el tomate, las cerezas o los pepinillos en vinagre.
Recuerda además cepillarte los dientes una vez transcurra una media hora desde que comiste por ultima vez, de esta forma el PH de la boca se habrá estabilizado y por tanto el esmalte habrá recuperado su dureza original evitando que resulte dañado con el cepillado.
2. Pastas de dientes, una para cada problema
No todos las pastas son iguales y no solo te debes fijar en el sabor, color o en su efecto blanqueador. Lo más importante es elegir aquella que se adapte a tus necesidades y a tus problemas. Existen pastas específicas para los dientes sensibles o para el sangrado de encías y otras enfermedades de los dientes.
3. Cepillos de dientes: no todos son iguales
¿Por qué existen tantos cepillos diferentes en el mercado? ¿Sabes diferenciarlos? No vamos entrar en la eterna polémica de si cepillo manual o eléctrico, los dos cumplen su función, pero sí es importante saber que no puedes elegir tu cepillo de dientes a la ligera y coger el primero que te llame la atención o el más barato. Si existen tantos diferentes es por algo. Lo primero es comprobar su dureza, media o blanda mejor, ya que pueden desgastar el esmalte si son muy duros. Para dientes sensibles mejor uno suave. El segundo paso, tener en cuenta el cabezal; si es pequeño es más idóneo para llegar a las partes de difícil acceso de la boca y la limpieza será mayor. También es importante que si tienes algún problema en tus dientes te asegures de comprar un cepillo adecuado para tu problema. No nos cansaremos de decírtelo…¡Usa pastas de dientes y cepillos adecuados a tu boca y a tus dientes, porque los generales pueden agravar las molestias y estropear más el esmalte!
4. Colutorios, seda dental...también son importantes
La seda dental debería formar parte de tu rutina diaria si quieres unos dientes sanos. La seda dental ayuda a retirar los restos de alimentos de entre los dientes, pero puede que si tienes sensibilidad dental te duelan al usarla, por eso mejor consulta a tu dentista. Por otra parte, los colutorios, cumplen también una función importante: eliminar los últimos restos de alimento y placa bacteriana. Son un complemento ideal para una buena higiene bucodental, sin embargo, algunos pueden tener ingredientes poco adecuados para tu boca como el alcohol, por lo que, cómo te hemos dicho antes, pregunta a tu odontólogo cual es el mejor para ti.
Más información en la web de Toothfriendly.org
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