¿Recuerdas a Chantelle Harlow? Ella fue una de las primeras modelos que padecía la enfermedad de vitíligo y que subió a las pasarelas y posó para grandes marcas, dando un ejemplo de superación al mundo. Ella encontró en las manchas que provoca la enfermedad sobre su piel una forma de ser una persona única y derrochar sensualidad y belleza.
Kay Black es una artista que ha decidido ser un altavoz de esta enfermedad, creando una línea de muñecas cuyos rostros tienen manchas simulando esta enfermedad de la piel. Todas ellas son afrodescendientes, por lo que las diferencias de color son más notables. ¿No te parece una iniciativa genial?
Estas innovadoras muñecas están dentro de ese grupo de juguetes inclusivos que cada vez tienen más repercusión en el mercado. Todo comenzó ya hace unos años cuando Amazon lanzó las mil versiones de Barbie, todas ellas muy diferentes a la muñeca de proporciones imposibles con las que jugamos en nuestra infancia. Estas nuevas Barbies tenían diferentes alturas, pesos, tonos de piel y estilos.
También hemos visto artistas que crean muñecas que tienen distintas discapacidades con el fin de integrar a los pequeños que jueguen con ellas. Con esta diversidad aplicada a los juguetes no solo todos los niños encontrarán su reflejo, sino que además ayudará al resto a ser tolerantes y respetuosos con la maravillosa diferencia.
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Más informmación en la web de la Academía Española de Dermatología y Venereología.
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