Las muñecas Bratz que, a menudo son conocidas como las hermanas de Barbie menos listas pero mucho más promiscuas, tienen la exageración como seña básica de identidad. Sus labios “siliconados” de gran tamaño, su exceso de maquillaje o su ropa corta y provocativa han ayudado a construir una imagen superficial, demasiado artificial y que, la mayoría de las veces, no se corresponde con la realidad.
El principal problema de esa imagen se presenta cuando llegan a las manos de los más pequeños de la casa: Suelen verlas como un ejemplo a seguir y fantasean con la posibilidad de parecerse a ellas; comienzan a valorar una imagen artificial y exagerada por encima de la sencilla y poco valorada naturalidad.
Cansada de la imagen que proyectaban, la artista plástica Sonia Singh, decidió ponerse manos a la obra y empezar a remodelar estas muñecas con la intención de que se parecieran más a las mujeres normales. Para ello compró cientos de muñecas de segunda mano y kilos y litros de algodón y disolvente con los que "desexualizarlas". También actuó sobre sus labios, trabajó a fondo sobre su pelo y pidió ayuda a su madre para diseñar un vestuario más acorde con su edad e imagen.
El fruto de su esfuerzo puede verse, desde el pasado mes de enero, en el microblog de Tumblr, Tree Change Dolls, creado para mostrar su trabajo al mundo y en el que, además, cuenta sus motivaciones y explica su punto de vista: “Mis hermanas y yo crecimos jugando con muñecas de segunda mano y juguetes hechos en casa en el hermoso entorno natural de Tasmania. Me encanta la satisfacción de la reparación y la reutilización de artículos desechados para darles una nueva oportunidad de vida.”
El éxito de su iniciativa ha conseguido acabar, en solo 3 días, con todas las muñecas que había terminado y que vendía para sufragar los costes del proyecto. Sonia ya trabaja en un segundo lote de bellas muñecas transformadas que buscan una segunda “adopción”.
Más información: http://treechangedolls.tumblr.com/
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