¿Alguna vez has sentido un picor tan fuerte que te ha resultado imposible no rascarte? Si sucede cuando somos conscientes, podemos controlar cómo aliviarnos y evitar hacernos daño, pero por las noches un picor intenso puede provocar insomnio, heridas (al rascarnos sin control) o incomodidad. ¿El resultado? Nos hacemos daño, descansamos poco y mal y rendimos peor al día siguiente. El problema es que la causa del picor puede ser muy variada. Lo provoca, por ejemplo, la urticaria crónica espontánea, una afección de la piel que provoca ronchas o angioedemas en la piel y que no tiene causa conocida. Es por ello por lo que no hay una solución universal para los picores nocturnos, pero sí algunas claves que nos pueden ayudar a disminuirlos o combatirlos. Toma nota.
1. Un entorno de relajación
Si sufres picores por la noche tienes que hacer lo posible por disminuirlos y crear un entorno a tu alrededor que facilite la conciliación del sueño. Por ejemplo, mantén la habitación limpia y libre de polvo y ácaros. Asimismo, prueba a escuchar música relajante o a aislarte del ruido con tapones (lo que mejor funcione para ti) o a taparte con un antifaz los ojos para evitar la luz. La cuestión aquí es intentar conseguir la mayor profundidad de sueño posible para que el picor no te moleste y no des demasiadas vueltas a la cama. Aquí tienes 10 consejos generales que te ayudarán a dormir más profundamente y mejor (con o sin picores).
2. Rascarte no soluciona nada
Volvemos a incidir en que rascarte no es parte de la solución, sino del problema. Que te pique el cuerpo por la noche no es motivo para que comience el festival de las uñas sobre tu piel, lo que causa heridas y el empeoramiento del sarpullido. Es difícil lograrlo cuando uno lo vive en su propia carne, pero debes protegerte del rascado nocturno manteniendo las uñas cortas o usando guantes suaves para dormir si es necesario y haciendo, mientras seas consciente, un ejercicio de contención, ya que cuanto menos te rasques menos te picará.
3. ¿Qué hay del pijama?
Puedes elegir usar pijama para dormir, o no, eso lo dejamos a tu elección, pero si lo haces, tienes que seguir unas pautas: elígelos de algodón, descartando los de lana, franela o sintéticos, y evita que sean ajustados o ásperos. Lo mismo sucede con las sábanas y el resto de ropa de cama. Y cuando haya que lavar las prendas, se recomienda el uso de detergentes hipoalergénicos y que no contengan fragancia.
4. Cuidado con la cena
Para poder dormir mejor, es imprescindible también cenar de forma adecuada y consciente. Esto, en el caso de la urticaria crónica, probablemente no aliviará el picor (no existe una causa conocida para esta afección) pero sí te permitirá dormir mejor y más profundamente, de forma que te recomendamos comer algo ligero, bajo en grasas y al menos dos horas antes de irte a la cama, para evitar digestiones pesadas mientras duermes. Lo que sí ayudará a tu piel es mantenerla siempre hidratada, ya que cuanto menos seca esté menos picor provocará. Para ello es imprescindible beber mucha agua al día, siendo dos litros diarios lo recomendado. Y otra cosa, ¡nada de cafeína antes de dormir! Y mucho menos alcohol, ya que no solo empeora la calidad del sueño sino que deshidrata la piel.
5. Ni frío ni calor
La temperatura es otro gran caballo de batalla a la hora de afrontar los picores por la noche. Y es que el exceso de calor provoca sudor y, por lo tanto contribuye al picor de la piel. El frío, por su parte, hace que la piel se reseque más y también puede ayudar a que notemos esas molestias cutáneas. Por lo tanto, hay que intentar no pasar frío ni calor en la noche. Se estima que la temperatura óptima de la habitación para dormir debe estar entre los 15º y los 22º. Así que si hace calor, refréscate con algún ventilador (mejor que el aire acondicionado, que reseca más) y si hace frío tápate, preferiblemente con una sábana de algodón para que sea lo que hace contacto con tu piel, y encima alguna manta o edredón (a ser posible hipoalergénicos).
6. Visita a tu dermatólogo
Tanto si tienes urticaria como alguna otra afección cutánea, lo primero es que visites a tu dermatólogo. Este estudiará tu caso y buscará la mejor solución para eliminar o paliar tu problema. En algunos casos te podrá recetar alguna crema para combatir los eccemas y en otros podrá recetar algún antihistamínico para solucionar el picor nocturno. En cualquier caso, no sigas ningún tratamiento sin supervisión de un médico, ya que tal vez empeores la situación en vez de solucionarla. Aprende a mimar tu piel, llénate de paciencia, sigue estos consejos y los de tu dermatólogo y seguro que notas una gran mejoría. ¡Dulces sueños!
Fuente de información en la web de medlineplus.
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