Se puede preparar de muchas formas, tiene muchos beneficios y ayuda a mantener la línea. Tal vez, ahora que estamos inmersos en plena operación bikini, ha llegado el momento de incluirla más a menudo en nuestro día a día. Y es que en nuestra lista de alimentos saludables que alargarán tu vida, tampoco podían faltarnos las deliciosas alcachofas.
Que beneficios nos aporta la alcachofa a nuestra salud
- Es buena para el hígado.
- Depuradora sanguínea.
- Estimula la digestión.
- Es diurética.
- Favorece la eliminación de urea, colesterol y ácido úrico.
- Contiene vitaminas A, B 1, B 2 y C, y minerales como el hierro, fósforo, manganeso, magnesio, calcio, potasio, sodio y cobre.
Indicada en la congestión e insuficiencia hepática, insuficiencia renal, infecciones intestinales, gota, artritis, litiasis, cansancio, intoxicaciones, reumatismo y diabetes. Tiene efectos anti-inflamatorios y regula el funcionamiento de la vesícula biliar, controlando la secreción de la bilis y evitando la formación de cálculos biliares. Igualmente, ejerce un efecto muy benéfico sobre la célula hepática, protegiéndola y regenerando sus tejidos.
La hoja de alcachofa disminuye los niveles de colesterol en la sangre y la presión arterial, además del riesgo de sufrir arteriosclerosis y cualquier otra enfermedad vascular. Estimula el funcionamiento de los intestinos, ideal en caso de estreñimiento. Rebaja el nivel de azúcar en la sangre, lo que ayuda a combatir y prevenir la aparición de la diabetes
Es un diurético natural, ayudando a las personas que sufren de obesidad, enfermedades circulatorias, hepáticas, gota o artritis, entre otras. Da buenos resultados en quienes sufren de uremia, arenillas en la vejiga y los riñones, cansancio, reumatismo.
¿Cómo elegir y conservar las alcachofas?
Una alcachofa es fresca si en relación a su tamaño es la más pesada, si tiene sus hojas bien apretadas y si su color es verde claro brillante, sin manchas negras. Se recomienda guardarlas hasta un máximo de tres días en la nevera, siempre con los tallos.
Pero deben consumirse poco después de su cocción porque su sabor se altera con facilidad y tienden a desarrollar toxinas. Al momento de hervirlas hay que evitar hacerlo en ollas de hierro o aluminio, pues generalmente las oscurecen y alteran sus propiedades.
¿Cómo comerlas?
Las alcachofas pueden comerse en ensalada, la mejor forma para aprovechar todas sus propiedades. En la mayoría de los casos se hierven, en este caso recomendamos utilizar el agua de cocción ya que sino se pueden desaprovechar sus valores. Preparadas al horno son deliciosas bañándolas en aceite de oliva. Además, pueden hacerse fritas, rebozadas, rellenas, guisadas, con arroz y a la plancha o a la brasa, solo es cuestión de echarle imaginación.
Artículo elaborado en colaboración con Mundo Natural. Datos de la Federación Española de Nutrición.
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